El desarrollo de una vacuna es un proceso largo y complejo que, a menudo, puede tardar entre 10 y 15 años, e involucra la participación de organizaciones públicas y privadas. En la actualidad existe una carrera mundial por una dosis contra el COVID-19.
Sin importar cuán avanzadas estén otras investigaciones, existe una regla que no se debe romper en el desarrollo de este tipo de estudios: mientras no haya una vacuna plenamente comprobada y distribuida, nadie puede quedarse brazos cruzados.
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De acuerdo con RTVE.ES, los cálculos más optimistas de los expertos indican que no habrá ninguna vacuna viable ni eficaz antes de 12 o 18 meses. El proceso se está acelerando al máximo, pero hay fases que requieren de meses de pruebas.
En medio de una pandemia global, pueden parecer siglos, pero se debe tener en cuenta que en condiciones normales la ciencia puede desarrollar una vacuna en varios años e incluso décadas. Los proyectos científicos se siguen multiplicando en América y Europa.
Las vacunas tienen los microorganismos que causan las enfermedades: estos virus o bacterias entran al cuerpo muertas o debilitadas por lo que no hacen daño y no enferman, según indica el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU.
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Antes de cualquier prueba clínica en humanos, el candidato a vacuna debe superar una Fase preclínica, que incluye pruebas in vitro y en animales. La vacuna debe demostrar que es segura y tiene la capacidad de provocar una respuesta inmunológica.
Fases en el desarrollo y pruebas de vacunas antes de su distribución en la población:
- Fase 1: La vacuna se prueba en pequeños grupos de entre 20 y 100 personas sanas. El estudio se centra en confirmar que es segura y efectiva. Aquí se identifican posibles efectos secundarios.
- Fase 2: En esta etapa participan cientos de personas. Se evalúan los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona el sistema inmune.
- Fase 3: Se compara cómo evolucionan las personas que fueron vacunadas respecto a las que no, y se recolectan datos estadísticos acerca de la efectividad y la seguridad.
- Posible fase 4: Son estudios opcionales que pueden realizar las compañías de medicamentos después de que se lanza una vacuna. El objetivo es recabar aún más información que pueda reforzar su seguridad y eficacia.
Hasta el #8Sep, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce 145 proyectos que han encontrado a vacuna y se encuentran en fase preclínica. Además, hay otros 34 que la han superado y están en fase clínica, con pruebas en humanos.
Con información de RTVE. ES.