Puerto Príncipe.- El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado la madrugada de este miércoles 7 de julio por hombres armados en su residencia, en Puerto Príncipe, hecho registrado en medio de una crisis que tiene inestable al país africano.
El crimen sigue a una serie de asesinatos y a un conflicto que ha causado también miles de desplazados desde el pasado mes de junio.
Según un informe del Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh), más de 150 personas fueron asesinadas y otras 200 secuestradas entre el 1 y el 30 de junio en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.
A continuación, te explicamos a través de unas claves la crisis política y de seguridad que sufre Haití antes del crimen contra Jovenel Moise:
La crisis política se desencadenó en 2018 por denuncias de corrupción contra Moise, en torno a los fondos del programa de ayudas venezolano Petrocaribe, y se ha agravado en los últimos años por problemas económicos y un clima político cada vez más tenso.
Haití convocó elecciones presidenciales y legislativas para el próximo 26 de septiembre de este 2021, comicios en los que Moise no tenía previsto participar.
En esa fecha también se prevé la realización de un referéndum para aprobar una nueva Constitución, un proyecto impulsado por Moise con miras a reforzar la figura del jefe de Estado.
La nueva Constitución era rechazada por parte de la oposición y todo el proceso era mal visto por la comunidad internacional, debido a la falta de transparencia.
La crisis se agravó el pasado 7 de febrero del presente año, día en el que Moise denunció que la oposición, junto a un grupo de jueces de la Corte Suprema y altos mandos de la Policía, tramaban un atentado en su contra para asesinarlo.
La oposición no reconocía la legitimidad de Jovenel Moise desde el 7 de febrero de 2021, fecha en la que consideraron que terminó su mandato, debido a una interpretación de un artículo de la Constitución, que permitiría entender que su Gobierno comenzó en 2015, coincidiendo con la fecha de unas elecciones que acabaron siendo anuladas y no con su investidura, que tuvo lugar en 2017.
Los partidos opositores calificaban a Moise como un dictador por el polémico modo que gobernó desde la clausura del Parlamento, algo por lo que también fue criticado por la comunidad internacional.
En medio de las críticas, el empresario haitiano siempre aseguró que su intención era dejar el poder el 7 de febrero de 2022, al cumplirse cinco años de su investidura, y cederlo a quien fuera elegido en las votaciones.
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Juvenel Moise tuvo enemigos entre las familias adineradas que controlan negocios claves en el país, luego de responsabilizarlos de la corrupción y inestabilidad que vive actualmente Haití.
Moise también tenía enemigos en las bandas armadas que controlan las barriadas pobres de Puerto Príncipe, donde fue asesinado.
La violencia de las bandas se recrudeció desde comienzos de junio, en especial por la acción de G9 an Fanmi e Alye, una federación de pandillas que le declaró la guerra a Moise.
Los conflictos entre las bandas armadas en Haití han causado decenas de muertos y heridos, y al menos, 17.000 desplazados desde el comienzo de junio por los enfrentamientos en barrios como Martissant y Delmas.
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