Casi 150 millones de escolares chinos de entre 3 y 15 años volvieron este 1 de septiembre a las aulas tras un verano en el que China estuvo combatiendo dos rebrotes en las provincias de Yunnan y Jiangsu, al este y al sur del país, que limitaron la movilidad de los estudiantes durante el periodo vacacional.
Las guarderías, escuelas primarias y secundarias retomaron la actividad en gran parte del país asiático, pero con una serie de medidas antiepidémicas, como por ejemplo la necesidad de aportar el historial de viaje de los 14 días previos al inicio del curso, algo que también se aplica a los profesoras y resto de personal de los centros de enseñanza.
En el caso de aquellos que viajaron al extranjero, o a zonas consideradas de riesgo, o han atravesado «situaciones anómalas» en lo que a salud se refiere durante la pausa veraniega, deberán aportar un resultado negativo en un análisis de ácido nucleico realizado 48 horas antes del regreso a las clases.
Las autoridades sanitarias informaron que en estos momentos hay 1.022 contagiados activos en el país asiático, 3 de los cuales se encuentran graves. Desde el inicio de la pandemia se han infectado 94.898 personas en China, entre las que 89.240 han logrado sanar y 4.636 fallecieron.
Israel y la cuarta ola de la pandemia
Mientras, unos 2,5 millones de estudiantes de Israel retomaron las clases, el día después de que el país registrara su récord de contagios diarios de COVID-19 desde el inicio de la pandemia, más de 11.000, y entre numerosas medidas de prevención pare evitar brotes en las escuelas.
Bajo las nuevas directivas en plena cuarta ola de la pandemia, toda persona, incluyendo alumnos, padres y personal de la escuela, que acceda a un centro educativo deberá demostrar que está vacunada o presentar un resultado negativo de una prueba de COVID-19.
Para facilitar esto, el Ministerio de Sanidad distribuyó tests rápidos para que se los hagan a los niños en sus hogares antes de acudir a clase y ofrece, a partir de hoy, que los estudiantes mayores de 12 años puedan ser vacunados en la escuela, con el permiso previo de sus padres.
Desde el mes de junio, Israel permite la inoculación de mayores de 12 años pero tan solo un tercio de aquellos de entre 12 y 15 años ha recibido ambas dosis de la vacuna.
Si bien las clases funcionarán de forma normal en las ciudades identificadas como amarillas, verdes o naranjas, en base al número de casos activos, aquellas catalogadas como rojas, con mayor índice de casos, verán a los estudiantes divididos en grupos o incluso estudiando en espacios abiertos.
Con las nuevas restricciones vigentes para el sistema educativo, las autoridades confían en poder incentivar la vacunación masiva de niños para evitar que la vuelta al colegio dispare aún más las cifras de contagios en esta cuarta ola.