Caracas.- La Comisión Nacional de Salud de China reportó cuatro casos nuevos este viernes 15 de mayo. Todos son contagios locales en la provincia de Jilin, en el noreste del país, donde se ha detectado un brote de origen incierto en los últimos días.
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Solamente 91 personas siguen en tratamiento por COVID-19 y otras 623 están bajo aislamiento y supervisión por ser casos sospechosos o por haber dado positivo sin mostrar síntomas, incluidas 11 que se acaban de detectar. En total, China ha registrado 4.633 decesos entre 82.933 casos desde que se detectó el virus por primera vez a finales del año pasado en la ciudad de Wuhan, en el centro del país. La última vez que la comisión informó una muerte fue el 14 de abril.
China ha mantenido el distanciamiento social y las restricciones a la entrada de extranjeros en el país, pero ha empezado a permitir que tanto las fábricas grandes como los pequeños negocios reanuden la producción y los tratos con clientes.
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La provincia de Hubei, cuna de la pandemia, el noreste de China ha sido el punto más conflictivo para las autoridades locales, que en las últimas semanas se han visto obligadas a cerrar la frontera con Rusia después de detectar un goteo de ciudadanos chinos infectados procedentes de territorio ruso.
Aunque en un principio este foco se limitó a la provincia de Heilongjiang (donde se llegó a construir otro «hospital exprés» para combatir el brote) en los últimos días han emergido nuevos casos de transmisión local en Jilin y en la vecina provincia de Liaoning.
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