El sábado 27 de abril, en París y Toulouse, Francia, los chalecos amarillos salieron a protestar por vigésima cuarta vez desde que iniciaron las manifestaciones, en noviembre del 2018.
En esta ocasión el descontento tiene de fondo el discurso que pronunció el presidente Emmanuel Macron el jueves, en el que prometió una reducción de impuestos, aumento de pensiones y reformas en la administración pública.