La convocatoria de paro armado por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a partir de este 23 de febrero, se llevó a cabo con la aparición de cajas que contenían artefactos explosivos en distintos puntos del departamento de Santander, Colombia.
De acuerdo con un comunicado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, había una caja sospechosa en el Anillo Vial Oriental, la altura de la sede principal de la Universidad Francisco de Paula Santander. Jelly, la canina que hacía parte del cuerpo policial, se acercó al empaque y la detonación la mató en el acto.
ELN marca viviendas en la frontera con mensaje contra el Tren de Aragua
“Los carabineros de Colombia y guías caninos rechazamos de manera vehemente la acción terrorista del ELN en el anillo vial de la ciudad de Cúcuta, donde una carga exclusiva acabó con la vida de nuestra canina Jelly, experta en detección de explosivos”, escribieron en el comunicado.
La funcionaria policial, la patrullera Flor Florez, guía canina con quien trabajaba Jelly, resultó herida por las ondas de la explosión y fue trasladada a un centro de salud. Otros 11 policías en el sitio resultaron ilesos de la explosión.
La muerte de Jelly causó tristeza entre los compañeros policiales. La perra, de raza Belga Malinois, tenía siete años de servicio y su jubilación se ejecutaría en cuatro meses, según el comunicado policial.