Foto: Archivo referencial
Viena.- Una pequeña cafetería en la localidad austríaca de Strobl, en la región de Salzburgo, generó polémica tras aprobar un nuevo protocolo que permite atender solamente a clientes sin vacunación anti-COVID-19.
“Uno sólo puede reírse de esta decisión y pedir a los ciudadanos que no vayan allí”, comentó el alcalde de Strobl, Josef Weikinger, a la televisión pública austríaca. El político del Partido Popular Austríaco (ÖVP) reconoció que, legalmente, no pueden hacer nada por cambiar este protocolo de admisión, por lo que prefieren no tomárselo “tan en serio como para tratarlo en profundidad”. Otras autoridades políticas y turísticas regionales también rechazaron la decisión del establecimiento.
Hoteles y restaurantes en Austria funcionan bajo la denominada regla 3-G y únicamente pueden disfrutar de estos servicios personas que demuestren estar vacunadas, curadas o que se hayan sometido recientemente a un test de antígenos o una PCR.
En el caso de este pequeño establecimiento a orillas del turístico lago Wolfgang, la norma pasa a ser 2-G, exigiendo únicamente un test negativo de COVID-19 o un certificado de haber superado la enfermedad. Los potenciales clientes que muestren un certificado de vacunación son rechazados como parte de la política de admisión del establecimiento.
Los motivos por los que este establecimiento decidió actuar así son todavía desconocidos, ya que, según reportan los medios locales, la dueña del local prefirió no hacer declaraciones al respecto.
Al igual que en otros Estados de la Unión Europea, Austria ha experimentado un repunte de contagios este último mes por la expansión de la variante delta del COVID-19.
Austria registró este miércoles 11 de agosto su cifra más alta de casos positivos desde mayo, con 902 personas infectadas y 1 fallecido en las últimas 24 horas, lo que eleva la incidencia acumulada de los últimos 7 días a 47 casos por 100.000 habitantes.
En lo que respecta a la vacunación, el 53,9% de la población austríaca está completamente vacunada, mientras que el 59,5% ha recibido al menos una dosis. Las cifras de vacunación se han ralentizado mucho en las últimas semanas debido a que existen dudas o rechazo abierto a las vacunas.
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