La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Nicaragua expresó este martes su apoyo «al pueblo de Venezuela«, reconoció la autoridad de la Asamblea Nacional de dicho país y su rechazo al gobernante Nicolás Maduro.
«Respaldamos y apoyamos al pueblo de Venezuela en su lucha contra el régimen usurpador de Nicolás Maduro, quien ha pretendido afianzar su dictadura mediante censura, represión y múltiples violaciones de derechos humanos y a la Constitución (venezolana)», señaló la Alianza nicaragüense en un comunicado.
Al igual que Venezuela, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que mantiene enfrentada a una parte de la población que parece ser mayoría, y al presidente Daniel Ortega, pero la diferencia es que en el país de Centroamérica las manifestaciones antigubernamentales fueron prohibidas desde noviembre.
La Alianza -compuesta por representantes de diversos sectores sociales de Nicaragua, incluidos empresarios, campesinos, estudiantes, académicos y trabajadores- reconoció «a la Asamblea Nacional de Venezuela como la única institución con legitimidad democrática» de este país.
Asimismo, respaldó la agenda del líder del parlamento venezolano, Juan Guaidó, al que llamó «presidente», quien se ha planteado el «cese de la usurpación (presidencial), un Gobierno de transición y elecciones libres».
La organización también apoyó el llamado de Guaidó a la Fuerza Armada Nacional (FAN) «a respetar el orden constitucional, no reprimir al pueblo venezolano y permitir la llegada de la ayuda humanitaria«.
«En estos momentos decisivos y cruciales, estamos seguros de que bajo la conducción de Juan Guaidó como presidente encargado, el pueblo de Venezuela recuperará la libertad y la democracia mediante un proceso de transición democrático y justo», puntualizó la organización opositora de Nicaragua.
La Alianza surgió en mayo pasado como un movimiento de diversos sectores sociales para representar a la oposición nicaragüense en un diálogo nacional con Ortega con la finalidad de poner fin a la crisis, pero el encuentro quedó inconcluso en julio, cuando el mandatario abandonó las pláticas de forma unilateral.
Nicaragua vive una crisis que ha dejado 325 muertos desde abril, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh, de la Organización de Estados Americanos), aunque algunos grupos elevan a 561 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 y denuncia un intento de golpe de Estado. A las estadísticas se suman entre 340 y 767 manifestantes presos, cientos de heridos, miles de desaparecidos y decenas de miles de exiliados.
La Cidh ha señalado al gobierno de Ortega de practicar crímenes de lesa humanidad, y la Organización de Estados Americanos (OEA) ya inició el proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua por rompimiento del orden constitucional.
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