Las autoridades rusas reconocieron que la explosión este jueves en una base militar cerca de Severodvinsk, en el norte del país, provocó un breve aumento de la radiactividad en el área y el cierre por un mes de la zona próxima al lugar del accidente en el mar Blanco.
«A las 11.50 hora de Moscú (08.50 GMT) los sensores del Sistema de Control de la Situación Radiactiva en Severodvinsk registraron un breve aumento del fondo de radiación«, indicó la administración local en un comunicado.
Según las autoridades de Severodvinsk, ciudad portuaria a orillas del mar Blanco y principal base naval rusa en el Ártico, a partir de las 11.50, la radiación empezó a «disminuir».
Dos horas después, el nivel de la radiación era de «0,11 microsievert por hora con un máximo permitido de 0,60 microsievert», asegura la nota, que insiste en que «el fondo de radiación en Severodvinsk se corresponde con la norma».
La situación llevó también al cierre «por un mes» del sector del mar Blanco más próximo al lugar del accidente, confirmó el capitán adjunto del puerto naval Arjánguelsk, Serguéi Kozub, a la agencia Interfax.
Las autoridades de Severodvinsk, con cerca de 190.000 habitantes, aseguran que la situación no provocó un aumento de las llamadas a los servicios sanitarios y tampoco se registró un incremento del nivel de radiactividad en el territorio de las empresas que trabajan en el sector.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó este jueves de un incidente en un polígono militar de la región septentrional de Arjánguelsk, durante unos ensayos de un propulsor de combustible líquido.
El suceso causó la muerte de dos militares y provocó lesiones a otros seis, precisaron en el departamento.
La nota ministerial subrayaba que «no hubo emisiones de sustancias nocivas a la atmósfera» tras el incidente y que el fondo de radiación en la zona se encontraba «dentro de la norma».
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El suceso tuvo lugar en una unidad militar situada en el poblado de Nionoksa, a 40 kilómetros de Severodvinsk, donde se encuentra un polígono que acoge pruebas de cohetes balísticos para submarinos atómicos rusos, señala la prensa local.
El organismo encargado de la protección del consumidor, Rospotrebnadzor, también comentó hoy el incidente en la unidad militar rusa y afirmó que «las mediciones (en Severodvinsk) se realizan cada hora» por seis estaciones de monitoreo, sin que se hayan detectado niveles de contaminación susceptibles de poner en riesgo la salud de la población.
El incidente se produce un mes después del accidente sufrido por un submarino nuclear ruso en el mar de Bárents, que causó la muerte de sus catorce tripulantes e hizo saltar las alarmas por una posible fuga de radiactividad del sumergible, algo que no llegó a producirse, según autoridades y expertos.
EFE
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