Caracas.- En ocasiones, ni siquiera la más dura de las adversidades puede con la voluntad de ayudar al otro o a la comunidad. Muestra de ello es que el pasado jueves 2 de abril, la comunidad de los bloques 1 y 2 de Artigas se organizó para limpiar y desinfectar las áreas del parque Chato Candela, en medio de la cuarentena establecida en todo el territorio nacional debido a la pandemia por coronavirus.
La iniciativa quizás pueda parecer irresponsable cuando la recomendación es quedarse en casa para frenar la cadena de contagio de enfermedad, pero según comentó Jorge Santiago, vecino del sector y líder comunitario, “los voluntarios tomaron todas las medidas de prevención necesarias para hacerlo”.
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En la actividad participaron 35 vecinos de los bloques 1 y 2 de Artigas, que con escoba, agua, jabón y desinfectante emprendieron la tarea de limpiar la cancha principal del parque, así como sus alrededores. “Este es el único espacio que hay para que la gente se distraiga y haga sus deportes, por eso es importante mantenerlo en buenas condiciones”, señala Santiago.
Aunque está cerrado por la cuarentena, en el parque se practican voleibol, basquetbol, bailoterapia y fútbol sala cuando funciona, y sirve de sede para distintos tipos de reuniones. “Si durante este tiempo no le prestamos atención solo porque no se está usando, probablemente se deteriore o caiga en malas manos, como sucedía hasta hace un año”, agrega.
Para los vecinos de Artigas, el parque Chato Candela tiene un valor muy importante desde su recuperación en el año 2019. Primero, porque es un espacio para el esparcimiento, algo que no abunda en los barrios caraqueños; y segundo, porque representa un valioso recuerdo de sus reivindicaciones como comunidad.
“Hace un año, el parque era un basurero donde no se podía hacer nada cómodamente. Era un punto de encuentro para los malandros del barrio, y las instalaciones estaban en muy mal estado, con las puertas dañadas, los baños destrozados y todo equipo deportivo que se donaba desaparecía en pocos días”, puntualiza Santiago a El Pitazo.
“Ante esa situación, algunos vecinos y yo nos organizamos para presentar a las comunidades uno de los proyectos de Caracas Mi Convive, ONG de la que formo parte. Al principio, solo unas 10 personas de todo Artigas se animaron a recuperar el parque, pero a medida que avanzamos se sumó más gente. Hoy, toda la comunidad se preocupa por el Chato Candela”, finaliza.
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