Ciudad Guayana.- “No podemos cerrar la universidad porque la vamos a perder”, enfatizó la rectora de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Maria Elena Latuff, quien sostuvo que la institución se mantendrá abierta en medio de la crisis, aunque con graves dificultades. La Uneg debió iniciar clases el pasado 30 de septiembre, pero la fecha fue cambiada por los problemas que enfrentan, señaló.
La falta de transporte es considerado como el problema más grave por la comunidad universitaria, seguido de la inseguridad. Y es que en lo que va de año, delincuentes han robado en cuatro oportunidades las instalaciones. Se llevaron aires acondicionados y causaron destrozos en la biblioteca, sin contar otros equipos electrónicos. La casa de estudios se ha visto afectada por la crisis, reconoció Latuff, pero aclaró que no irán a paro, “siempre estaremos con las puertas abiertas”, dijo.
“El próximo 14 de octubre iniciaremos las clases en todas las carreras y en los ocho municipios en los que funcionamos. Pero tenemos que decir que tenemos el transporte suspendido porque las unidades no están en condiciones, y además hay una deuda con una empresa privada que también presta el servicio”, declaró la rectora. Solo 11 unidades podrían reactivarse porque tienen averías menores que pueden ser solventadas, pero esa cantidad no es suficiente para la demanda estudiantil ni las rutas que deben cubrir los autobuses durante el horario de 6:00 am a 10:00 pm.
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“Ayer sostuvimos una reunión con la Opsu, esperamos que a principios de la próxima semana lleguen los recursos para gastos de funcionamiento de la universidad que es lo que tenemos con déficit, porque el gasto de personal ha llegado de manera oportuna, aquí pagamos las nóminas a tiempo”, manifestó.
Asimismo indicó que ahora le permiten a su personal trabajar en otras universidades públicas o privadas de la zona y que utilicen las instalaciones de la Uneg para actividades especializadas con la intención de hacer que sus docentes tengan más ingresos y generar recursos a la universidad, “en ese sentido hemos flexibilizado algunas de nuestras normas”, declaró.
Ante la hiperinflación existente en Venezuela como consecuencia de la crisis económica, la autoridad académica reconoció que el salario del personal es insuficiente, “es que no hay institución ahorita que pague un salario que soporte la situación que tenemos”, apuntó. Señaló que hay retrasos para la aprobación de recursos, lo que representa una compleja situación en el funcionamiento de todas las actividades.
La renuncia de trabajadores es otro de los retos que enfrenta la universidad para el nuevo período académico. La mayor cantidad vacantes están en el departamento administrativo, reiteró Latuff. Precisó que la universidad está aplicando un esquema salarial de “doble esfuerzo” para compensar a empleados que, por ausencia de sus compañeros, tengan que realizar labores adicionales a sus actividades regulares.
En cuanto a la renuncia de docentes, la cifra estimada de renuncias es de 25%, sobre todo en áreas de matemática e informática. Recalcó que no todos los servicios en la casa de estudios están funcionando de manera óptima. “En materia de seguridad hemos tratado de proteger la institución con cámaras y alarmas, pero igual se han llevado equipos importantes”.
Latuff dijo que los cuerpos de seguridad hacen diariamente recorridos, pero eso es insuficiente. Recomendó que lo ideal sería que los uniformados instalaran un punto de control permanente.
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