Santa Elena de Uairén.- La gasolina brasileña, que entra a Venezuela por trochas a través del contrabando, es la que están comprando los conductores en la zona fronteriza de Santa Elena de Uairén, municipio Gran Sabana del estado Bolívar, dijeron taxistas a El Pitazo, este 14 de septiembre al ser consultados sobre la situación de abastecimiento de combustible.
«La gasolina brasileña es vendida en el mercado negro en $2 cada litro, la pasan por las trochas, y algunos indígenas y oficiales de la Guardia Nacional y Ejército están involucrados en ese contrabando», declaró un taxista tras lograr abastecerse de esa forma.
Desde marzo, cuando comenzó el confinamiento en Venezuela, el suministro de combustible está suspendido en Santa Elena de Uairén. La situación dejó a cientos de taxistas y gandoleros sin la oportunidad de poder comprar gasolina por la vía regular, y los obligó a acudir al mercado negro que está creciendo a medida que se endurecen las restricciones para el abastecimiento.
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Mientras tanto en las estaciones de servicio Kukenán y Mapaurí continúa llegando una porción de combustible pero es solo para abastecer a vehículos oficiales y militares. El terminal de pasajeros sigue cerrado por el COVID-19 y por la falta de gasolina y diésel, dijeron residentes de la población.
Cientos de kilómetros al norte, en Ciudad Guayana, la situación no es distinta. El suministro de gasolina para todo público está suspendido; solo pueden abastecerse quienes pertenezcan a sectores calificados como esenciales y tengan salvoconductos avalados por la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi).
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Conductores que surten con diésel, contaron a El Pitazo que para ellos la situación también se está agudizando. Solo les están vendiendo 20 litros a la semana y advirtieron que eso no les alcanza ni para un solo día de trabajo. Alertaron que ese panorama amenaza con paralizar la flota de autobuses, ya mermada por la crisis económica que les ha impedido por meses comprar repuestos y autopartes.
En Delta Amacuro los conductores de vehículos particulares y del transporte público comenzaron la semana sin oportunidad de abastecer sus unidades de combustible, pues las cuatro gasolineras que funcionan en Tucupita, permanecen cerradas. En la ciudad se observa poco tránsito vehicular, y los usuarios caminan o piden cola en las márgenes de las principales vías de la zona.
“Todas las estaciones están peladas” sostuvo un conductor que se identificó como Tomás Solórzano, quien se dedica a la compra y venta de pescado fresco en la ciudad. Hasta el fin de semana pasado, los conductores de vehículos pesados que utilizan el diésel contaban con abastecimiento regular. Sin embargo, la mañana de este lunes 14 de septiembre, todas las estaciones se encuentran desabastecidas.
Con información de Glorimar Fernández, Carlos Suniaga y Melquiades Ávila
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