Los caserios y comunidades asentadas en los caños del Orinoco recibirán el año 2020 en sin energía eléctrica. Foto: Melquiades Avila
La población warao diseminada en los caños del bajo Delta, tendrán unas fiestas navideñas con las luces de las estrellas y la luna por falta de plantas eléctricas en las comunidades. Dos de los cuatro municipios son los más afectados por el deterioro de los generadores eléctricos que mantienen en la oscuridad durante varios años a los habitantes de los municipios Antonio Díaz y Pedernales.
Lizandro Moraleda, director de la escuela de Bonoina, población asentada en la parroquia Manuel Renauld aseguró que la población contabiliza seis años consecutivos sin energía eléctrica por fallas mecánicas en la planta eléctrica «no tenemos gobiernos, el alcalde ni la gobernadora se prestan para solventar la situación», señaló Moraleda al referirse sobre la falta de electricidad en su comunidad.
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El dirigente warao aseguó que la ausencia de luz en todas las comunidades se debe a que las plantas eléctricas que fueron instaladas en las comunidades pertenecían a la «cuarta República» y que una vez cumplido su ciclo de funcionamiento, estas debían ser sustituidas, sin embargo eso no ocurrió en los últimos 10 años.
Curiapo es la capital del municipio Antonio Díaz y sede administrativa de la Alcaldía. Sus pobladores denunciaron que tienen más de cinco años a oscuras. De igual forma, las localidades de San Francisco de Guayo y Nabasanuka, con aproximadamente 5.000 habitantes, no cuentan con el servicio por lo que estiman que de no haber acciones en los próximos días, las luces de las estrellas y la luna alumbrarán las fiestas decembrinas.
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