Caracas.- Los racionamientos se volvieron cotidianos en el país desde hace tres meses, cuando Venezuela quedó a oscuras. El 7 de marzo se registró el apagón más largo de la historia de la nación, el primero de tres apagones en menos de un mes y que confirmaron la crisis que padece el Sistema Eléctrico Venezolano.
Toda Venezuela sigue racionada 91 días después de ese episodio. Los 23 estados del país sufren cortes diarios, según pudo constatar el equipo de El Pitazo. Algunas regiones están más golpeadas que otras. Los Andes y Zulia son los más afectados: desde hace tres meses sus habitantes registran racionamientos de 12 horas como mínimo. En Oriente, Centro y los Llanos el tiempo es menor, de dos a cuatro horas. Mientras, en el Distrito Capital, las restricciones del servicio se aplican en los estado Miranda y Vargas, sobre todo en las zonas no pertenecientes al área metropolitana.
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Los racionamientos en Venezuela debían durar 30 días, hasta el 31 de mayo, según el anuncio hecho por Nicolás Maduro el 31 de marzo. Pero los cortes superaron el lapso y los pronósticos de especialistas en el tema es que no desaparecerán en corto plazo.
La baja generación de energía en Guri, el corazón del sistema eléctrico venezolano, y de las centrales del Bajo Caroní; las deficiencias de todo el Sistema Interconectado Nacional y la deficiente generación térmica del país hace cuesta arriba cubrir la demanda energética de Venezuela, pese a que su consumo ha caído cerca de 50 % desde que Maduro asumió el poder en 2013, según cifras de Corpoelec manejadas por el ingeniero José Aguilar, experto en análisis de riesgos eléctricos.
El especialista aseguró que la indisponibilidad de generación de Guri excede el 54 %, lo que incide negativamente en la capacidad efectiva de las centrales Caruachi y Macagua. “Desde el año pasado se reportó una condición de alerta ya que en Guri había nueve turbinas indisponibles de las 20 que tiene. Algunas se recuperaron, pero los apagones de marzo volvieron a dejar nuevamente nueve turbinas fuera de servicio. Todas las centrales de Guayana generan unos 6.500 megavatios”, explicó Aguilar.
Indicó que las centrales hidroeléctricas de los Andes, donde en cinco plantas se dispone de 12 turbinas hidroeléctricas con 1.159 MW de potencia instalada para las horas pico, solo generan 280 megavatios, ya que ocho de sus unidades están paradas. “En líneas generales, la indisponibilidad de las plantas hidroeléctricas en Venezuela está por encima del 63 %, un nivel inédito e inadmisible, que lleva el camino del desempeño del parque termoeléctrico”, afirmó.
De 18 a 24 meses tomaría recuperar los sistemas eléctricos de generación y transmisión del complejo Guri, la principal fuente de energía del país, y de las otras centrales del Bajo Caroní, que resultaron severamente afectadas producto de las malas operaciones con los tres apagones de marzo, indicó Aguilar. “Ese lapso solo sería viable luego de que exista un cambio de gobierno, porque con este régimen son muy pocas las opciones”, añadió.
Esa recuperación, explicó Aguilar, incluye rescatar la operatividad de la Red Troncal de Transmisión, que se encuenta debilitada y es por donde se transmite el 85 % de la energía que consume toda Venezuela.
Los racionamientos van a seguir, afirmó el ingeniero Aguilar, mientras las autoridades de la Corporación Eléctrica Nacional no logren recuperar la generación hidroeléctrica y térmica, y corregir las deficiencias en el sistema de transporte de energía. «Los cortes solo podrán ser aliviados a corto plazo por la caída de la demanda producto de la depresión económica y la diáspora», apuntó el experto.
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