Guatire.- Tres privados de libertad murieron en el Internado Judicial Rodeo III, en Guatire, estado Miranda, entre la tarde del domingo 14 y la madrugada del martes 16 de junio, como consecuencia de enfermedades no diagnosticadas y sin tratamiento médico o farmacológico.
La primera muerte se registró durante la tarde del domingo 14 de junio. José Arquímedes Sanguino, de 51 años de edad, sufrió un cuadro de diarrea desde hace más de dos semanas. Pero nunca recibió atención médica.
Los mismos síntomas presentó George Randy Moreno Véliz, de 34 años, quien falleció la madrugada del lunes 15 de junio. Tampoco lo vio un médico.
Este martes 16 de junio se reportó el deceso de Joan Manuel Díaz Machado, de 31 años, por una afección respiratoria. Sus compañeros de prisión presumen se trató de un caso de tuberculosis.
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La población privada de libertad de este recinto carcelario denuncia que en la enfermería no hay especialistas de salud ni medicamentos, además, alertaron que hay al menos otros cinco casos similares y que se encuentran en estado crítico.
Desde que se decretó la cuarentena en Venezuela para evitar la propagación del COVID-19, fue suspendida la entrega de paquetería en la cárcel de El Rodeo (I, II y III). Los familiares llevaban productos personales, medicamentos, artículos de higiene personal, entre otros a los internos. La población del penal pide a la ministra para el Servicio Penitenciario que sea reconsiderada la medida.
«Pedimos a la ministra Iris Varela que permita nuevamente el ingreso de la paquetería para que nuestros familiares nos puedan traer medicamentos, los productos de higiene personal y agua, porque tenemos ya nueve días sin agua», manifestaron.
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Por su parte, los familiares de dos de los fallecidos también pudieron se informe cuando un recluso esté enfermo y se requiera medicamentos. «Los dejaron morir como uno perros. Así como llamaron para decir que se murió, pudieron llamar hace dos semanas cuando comenzó con la diarrea para decir que le lleváramos una medicina y no dejarlo allí hasta que se muriera», reclamó la hermana de una de las víctimas de la falta de atención médica.
Los privados de libertad también denunciaron desnutrición en 90% de la población penal. Detallaron que las porciones de comida han sido reducidas durante este año 2020.
«Aquí nadie pesa más de 55 kilos. A todos se nos cuentan las costillas. Antes nos entregaban el envase casi lleno. Ahora nos dan una ración para un niño chiquito que está empezando a comer, pero sin proteínas. Solo granos y arroz es lo que nos dan y una arepa sola en el desayuno o la cena», declararon.
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