Caracas.- El Sindicato Venezolano de Maestros del Distrito Capital denuncian este 25 de abril que el gobierno de Nicolás Maduro ha dejado morir a los maestros contagiados con COVID-19, pues no tienen recursos económicos para cubrir sus gastos médicos y tampoco reciben la atención oportuna en los hospitales del país.
“Enfermarse para un docente es casi una sentencia de muerte ya que desde 2018 se podría decir que no tenemos salario, el Gobierno nos insulta depositándonos mensualmente la pírrica suma de tres dólares, que, para colmo, la pagan con retraso desde la implementación del Sistema Patria, lo cual no nos alcanza ni para la comida del día”, indicó Gricelda Sánchez, secretaria de contratación colectiva y reclamos del ente gremial en una nota de prensa.
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Aseguró que los maestros venezolanos están totalmente desamparados en medio de la pandemia, pues denuncian que, además de los pésimos salarios, la gestión del ministro Aristóbulo Istúriz dejó al magisterio sin un Plan de Hospitalización Cirugía y Maternidad (HCM) o de servicio funerario.
“En nuestro caso Aristóbulo Istúriz nos dejó sin un seguro médico eficiente, poniendo a los docentes con COVID-19 a morir de mengua en hospitales destruidos. Hemos recibido información de colegas fallecidos por el mortal virus y que no recibieron la asistencia médica necesaria para salvarles la vida”, sostuvo.
Sánchez, quien también es vocera de la asociación civil para la Formación de la Dirigencia Sindical (Fordisi), señaló que a los maestros venezolanos se les está violando el derecho a la vida. “Los trabajadores de la educación son condenados a muerte por Maduro e Istúriz”, sentenció.
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Por su parte, Herneidis Campos, docente caraqueña quien padeció de COVID-19, relató cómo el virus la puso al borde de la muerte terminando con una neumonía grave, y que durante todo este proceso no recibió apoyo ni del Ministerio de Educación ni del Gobierno de Distrito Capital, en los cuales ha laborado desde hace años.
“Fueron incapaces de ayudarme ni con una inyectadora, salve mi vida gracias a familiares quienes hicieron magia para conseguirme el tratamiento. Solo en exámenes llevó más de 50 dólares faltándome varios por hacerme y aún más grave no tengo para el nebulizador ya que sin él puedo entrar en crisis y perder la vida”, exclamó.
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