Caracas.- El lunes 5 de agosto, la jaula en la que se exhibían dos gavilanes amaneció vacía. La cerradura estaba rota y el candado había desaparecido. El Zoológico El Pinar, ubicado en la parroquia El Paraíso, está formado por siete hectáreas de terreno, lo bordean conjuntos residenciales de la avenida Páez, un extremo de la parroquia La Vega y la avenida Guzmán Blanco, mejor conocida como Cota 905. El zoológico tiene un personal de más o menos 85 personas, pero, en las noches, es vigilado únicamente por dos hombres que no portan armas.
Ese mismo lunes, parte de la directiva presentó la denuncia ante el Ministerio Público y el hecho fue reconocido como delito ambiental.
Sin embargo, no es la primera vez que animales desaparecen de sus jaulas. Algunos habitantes de las zonas cercanas alertaron a El Pitazo acerca de robos dentro de El Pinar. Luego de las 2 de la tarde, en el parque solo quedan los 161 animales que había hasta mayo de este año: 30 aves, 60 mamíferos y 61 reptiles. La falta de alumbrado y el deterioro de las rejas y cercas que bordean las siete hectáreas aumentan los riesgos y evidencia la falta de seguridad del zoológico que tiene más de 70 años de fundado.
De acuerdo con trabajadores que prefirieron mantener el anonimato, en un mes han desaparecido, además de los gavilanes, un búho, una lechuza, un halcón, dos babas y un cunaguaro. Los empleados que tratan de cerca a los animales a diario aseguran que todos los que están en ese parque requieren atenciones especiales o están en riesgo, por lo que sacarlos de allí los pone en situación de vulnerabilidad.
Por la forma en la que forzaron la cerradura de la jaula en la que estaban los gavilanes, algunos cuidadores presumen que fue alguien que no contaba con muchas herramientas, aunque sí con tiempo para lograr abrirla. Desde el lunes, en el parque se han reforzado las exhibiciones, especialmente las de los tres jaguares, la osa, los dos chimpancés y la puma.
Sin embargo, otros creen que quien participa en los hurtos conoce bien el lugar. Una empleada aseguró que las autoridades insisten en que el cunaguaro se escapó, pero su hipótesis es que la malla que cubre el espacio en el que habitaba fue cortada para poder sacar al felino.
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Varios empleados consideran necesario reforzar la seguridad del parque, lo que significa la adecuación de las cercas, la reparación de todo el alumbrado y la contratación de personal capacitado que pueda garantizar el resguardo de los animales durante las noches.
Como el Zoológico El Pinar no está adscrito al Instituto Nacional de Parques, le corresponde a la gobernación del Distrito Capital destinar el presupuesto. Pero varios de los trabajadores aseguran que la última vez que se invirtió en el mantenimiento y la reparación de la infraestructura fue entre 2010 y 2011.
El Ministerio Público, conjuntamente con el ministerio del Ambiente, debe llevar a cabo las investigaciones, aunque las leyes venezolanas no especifican la pena por hurto o robo de animales.
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