Caracas.–Monseñor Aldo Giordano dejó una marca en Venezuela debido a su gran devoción por el beato y médico venezolano José Gregorio Hernández, y por el trabajo que hizo como nuncio apostólico durante los más de cinco años que estuvo en el país. Incluso, en su momento, él expresó que los venezolanos le habían “robado el corazón”.
Aldo Giordano nació el 20 de agosto de 1954 en la localidad de Cuneo, Italia. Estudió filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y a sus 25 años de edad (en 1979) recibió la ordenación por la diócesis de su ciudad natal. Entre los años 1982 y 1996 se desempeñó como profesor de filosofía en la Escuela Interdiocesana de Fossano, enseñó historia de la filosofía en el instituto del seminario y dictó cursos de ética en la escuela de teología para laicos.
En 1995 fue elegido secretario general del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa y fue trasladado a St. Gallen, Suiza. Este cargo lo ocupó durante 13 años, pues en 2008 el papa Benedicto XVI lo nombró Observador Permanente de la Santa Sede en el Consejo de Europa en Estrasburgo. En este ultimo cargo estuvo 5 años.
El 26 de octubre de 2013, el papa Francisco nombró a monseñor Aldo Giordano nuncio apostólico en Venezuela, labor que desempeñó por más años de lo que generalmente está estipulado y en la que visitó a todas las diócesis del país. A cada lugar que llegaba expresaba sentirse “uno más de sus pobladores”.
Asimismo, el sacerdote católico y diplomático italiano fue una de las figuras que impulsó la beatificación del doctor José Gregorio Hernández; incluso recibió la asignación de presidir la Ceremonia de Beatificación y, en medio de su admiración por la vida y obra del llamado médico de los pobres, expresó: “La Beatificación del Dr. José Gregorio nos confirma que Venezuela es y será siempre tierra de gracia, aunque las circunstancias puedan parecer o sugerir lo contrario”.
Giordano estuvo como nuncio apostólico en Venezuela durante 7 años, hasta el 8 de mayo de 2021, cuando el papa Francisco lo nombró nuncio apostólico ante la Unión Europea, y en ese momento aseguró que para él no era fácil tener que dejar Venezuela. Ocupó este último cargo en Europa hasta este 2 de diciembre de 2021, cuando falleció a sus 67 años de edad por complicaciones relacionadas con el COVID-19, enfermedad contra la que luchaba desde el pasado mes de octubre en Bruselas, Bélgica.
Con información de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
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