La casa de la vecina Lorgia Pérez ubicada en Los Olivos de Charallave, se está cayendo | Foto: Fuente vecinal
La vecina Lorgia Pérez, quien reside en el sector Los Olivos de Charallave, en los Valles del Tuy, aún está a la espera de que las autoridades cumplan la promesa de mejorar su vivienda, la cual se está cayendo a pedazos y en cualquier momento puede quedar a la intemperie.
A sus 64 años de edad, Pérez, quien es operada de la columna y presenta una lesión en la rodilla que le imposibilita trabajar, debe lidiar con el agua cada vez que llueve, debido a que su casa se moja por las goteras y filtraciones. “Duermo asustada, pues el techo y las paredes se pueden venir abajo en cualquier momento”, señaló a El Pitazo el 24 de junio.
Según indicó la vecina, durante la pasada campaña electoral para los comicios regionales, en el año 2017, el equipo político del actual gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, y del alcalde de Cristóbal Rojas, Humberto Marte, le prometieron un techo a través de la Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor. De la promesa se grabó un video que fue publicado en la página web de la alcaldía de Cristóbal Rojas, pero Pérez se siente burlada.
“Ya han pasado casi tres años y sigo viviendo bajo un techo en malas condiciones. Cada día veo más lejos mi sueño de vivir en un espacio digno”, dijo Pérez con la esperanza de que la ayuden.
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En la comunidad La Horquilla de Charallave también hay familias que viven en situaciones precarias. En esta zona, la modernidad se detuvo, ya que existen casas que no tienen baños y la salud de los más pequeños está en riesgo.
Los afectados denuncian que los coordinadores de los programas de sustitución de ranchos por casa y reparación de viviendas de la Alcaldía de Charallave los olvidaron. Juan Díaz es uno de ellos. Vive en el lugar con su pareja y seis niños. Habitan un rancho, con un techo dañado, que obliga a que las ollas se saquen de la cocina para recibir el agua que cae sobre el piso de tierra. Muchas veces la lluvia moja colchones y ropa.
Más arriba, en la parte alta de La Horquilla, otro hogar sufre similar caos. Betsabé Soto, de 30 años, vive con sus dos hijos de 6 y 3 años y una hermana de 18 años. El deterioro del techo de la casa hace que la lluvia penetre cuartos y muebles.
La humedad afecta la salud de los niños que no salen de una gripe. La bolsa es usada para eliminar el excremento, porque tampoco hay baño. Al igual que Juan espera que la Alcaldía de Charallave cumpla su ofrecimiento de una casa digna.
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