El retraso en la apertura de algunos centros de votación generó aglomeraciones | Foto: Bárbara Rodríguez
Caracas.- Tocar las listas con las manos, quitarse el tapabocas, no mantener distancia, comer junto a otros e incluso abrazarse y saludar con besos fueron algunas de las medidas que incumplieron algunos electores que participaron este domingo 6 de diciembre, en la contienda electoral convocada por el Consejo Nacional Electoral para elegir a los nuevos diputados al Parlamento Nacional.
En algunos centros de votación, como la Unidad Educativa El Llanito, fue posible observar aglomeración de ciudadanos en torno a las listas. Todos tocaban los papeles dispuestos por los miembros de mesa para ubicar a los votantes.
Y, aunque el ausentismo fue una de las marcas visibles de la contienda electoral, de acuerdo con los propios electores, en las afueras de algunas escuelas usadas como centros, las personas se reunían para conversar, con o sin tapabocas puesto.
Por parte del Plan República, en algunos espacios hubo llamados de atención a los votantes y aplicación de las medidas mínimas de bioseguridad, tales como la aplicación de alcohol en las manos a todos los que ingresaran a los centros y la ubicación de cintas de distanciamiento para separar con al menos un metro de distancia a cada votante.
El capitán de la Fuerza Armada Nacional encargado de la escuela Luisa Cáceres de Arismendi, en el sector Fechas Patrias, de Petare, contó a El Pitazo que los cotillones electorales contenían en esta ocasión implementos para garantizar la desinfección tanto del centro electoral, como de los votantes.
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Al menos dos máscaras protectoras para el personal de cada mesa en el centro, alcohol y los marcadores de distancia eran los elementos con los que contaban en cada centro. Unas cajas para introducir las cédulas en cada paso de la herradura y guantes para firmar las actas también eran parte del proceso electoral en pandemia.
Andrés Martínez, habitante del municipio Chacao y participante del proceso electoral, aseguró que tuvo miedo de cualquier aglomeración posible, pero que aun así se arriesgó a participar por miedo a perder su pensión.
La seguridad entonces dependió, en gran medida, de la consciencia de los electores. En centros en los que ocurrieron demoras en la apertura, la confusión y la espera provocaron desesperación y multitudes agrupadas en las entradas de instituciones como la Unidad Educativa El Llanito, donde pasadas las 9:00 am, aún no recibían al primer elector.
“Uno se arriesgó, salió y votó. Ahora hay que esperar 14 días a ver si las medidas sirvieron o no”, comentó la señora Cruz Tovar, luego de votar en la Andrés Bello, de Chacao.
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