Caracas.- En condiciones alarmantes de hacinamiento y de salubridad en general, se encuentra la población venezolana recluida en los Centros de Detención Preventiva (CDP), la cual asciende en 2021 a 25.201 reos, según el informe semestral publicado esta semana por la ONG Una Ventana a la Libertad.
El documento plasma una investigación exhaustiva realizada por 23 investigadores pertenecientes a esa ONG, en los 289 centros de detención existentes en 21 estados del país.
Asimismo, el informe revela las carencias y condiciones precarias que afrontan los internos, situación que empeora no solo por las condiciones higiénicas deplorables en cárceles y calabozos, sino también por la escasez de gasolina, lo cual limita la logística necesaria para que los reos sean atendidos con prontitud en muchos aspectos.
El equipo de Una Ventana a la Libertad determinó que en 241 de los 289 CDP a nivel nacional, el hacinamiento ascendía a 291,71%. El cupo disponible en esos centros es para 8.634 personas, pero albergan actualmente a 25.186.
Entre los datos estadísticos manejados en el informe, resalta el hecho que, de los 25.201 detenidos, 23.186 son hombres (92%) mientras que las mujeres representan al 8% restante. La diferencia entre el total de la población penal y los recluidos en cárceles, solo 15 están detenidos en otras condiciones.
El estudio también refleja que un 71% de los centros de reclusión presentan fallas de infraestructura. Sólo 71 de los 289 CDP no corren riesgo de sufrir colapsos estructurales.
Otros datos hacen referencia a las visitas familiares. Para abril de este año 2020, en 244 cárceles estaban suspendidos estos encuentros. Para el pasado mes de junio el número disminuyó, con solo 167 centros que restringían la medida.
El informe expone que las visitas familiares no sólo son vitales desde el punto de vista psicológico, sino también logístico. Son los familiares quienes aportan la mayoría de los alimentos, agua e insumos como los requeridos para prevenir el COVID-19 (tapabocas, guantes, alcohol) que abastecen a los presos.
Las visitas son claves en un sistema, en el cual 281 CDP (97,23%), no cuentan con suministro de agua por tuberías. En cuanto al tema de enfermedades, la sarna y la desnutrición, son las principales afecciones que sufren los internos. Esta situación se complica cuando no existe un esquema para separar a los enfermos de los sanos, pues, debido al hacinamiento la mayoría de los internos en buen estado de salud debe convivir con quienes padecen algún malestar.
El informe de este primer semestre finalmente contabilizó 95 muertes entre la población de internos en los CDP. De este número, 72 fueron por enfermedades.
La tuberculosis fue precisada como la primera y principal causa de muerte con más del 65% de los casos. El resto se atribuyeron a otras causas como infartos, paros respiratorios y síntomas de COVID-19.
En las 23 muertes restantes, se contabilizaron 15 ocurridas durante los procesos de recaptura por fugas. La ONG contabilizó 19 fugas y siete intentos de fugas. En esos episodios, 116 detenidos lograron escapar, pero solo 50 de ellos pudieron ser recapturados.
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