Caracas.- Con 63 años y prótesis en ambas rodillas, Carmen Clemente, de Petare, debe esperar en la cola afuera de la oficina del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), ubicada en La Urbina. Llegó a las 8:30 am y a las 10:00 am seguía en el mismo lugar de la fila. Además de la cantidad de gente, la sorprende la desorganización que hay.
Con la nueva medida de 7+7 plus anunciada por Nicolás Maduro, las oficinas del Saime retoman las jornadas de cedulación. Por eso Carmen decidió acercarse a una, porque perdió su documento hace tres meses. Cuando llegó, preguntó en la entrada y un funcionario le dijo que por su terminal de cédula debía volver la semana que viene y comenzar a hacer fila antes del amanecer. Ella decidió desobedecer y hacer la cola de igual forma. Luego de unos minutos, otra funcionaria pasó recogiendo las fotocopias de las cédulas para marcar los puestos en una lista.
Debido al confinamiento, Carmen no ha salido mucho de casa, pero sabe que no tener documento de identidad le puede traer problemas. Las veces que ha ido a cobrar la pensión del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) lo ha hecho con el carnet de la patria y el del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis). Cuenta que ha tenido la suerte de ser atendida por personas que entienden lo de la falta de cédula, pero sabe que no siempre será así.
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“Espero en Dios que pueda sacarla hoy”, dice, aunque en una hora, trabajadores de la oficina solo habían permitido el ingreso de un grupo de no más de 20 personas. Carmen asegura que lo más difícil es la espera, porque estar de pie durante tantas horas le genera dolores en las rodillas y en la cadera. A pesar del cansancio, quiere obtener su cédula lo más pronto posible. Por eso se arma de paciencia.
Esta nota fue publicada originalmente en El Pitazo el 21 de octubre de 2020
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