Dos protestas en menos de 24 horas realizaron conductores del municipio Urdaneta de los Valles del Tuy en la estación de servicio Los Rosales de Cúa para exigir que cesen las preferencias a la hora de surtir los vehículos de combustible y que se acelere el proceso, ya que demoran al menos dos días en cola.
La primera protesta ocurrió la noche del 1 de mayo, cuando funcionarios de la Guardia Nacional (GN) permitieron el acceso de un camión cisterna a la gasolinera, a pesar de que estaba cerrada y, mientras tanto, un grupo de choferes se mantenía en cola para surtir sus carros al día siguiente.
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Otra escaramuza se registró en esta estación de servicios la mañana de este 2 de mayo. Choferes particulares, que ya cumplían al menos 30 horas en cola, denunciaron que el número de vehículos que atenderían del Gobierno local, que incluye a las personas que son beneficiadas con tickets, y de sectores priorizados, era mayor a los que correspondía por el plan pico y placa.
Para manifestar su inconformidad, los conductores procedieron a cerrar la vía Cua-Charallave, lo que movilizó a las autoridades. La protesta cesó una vez que se prometió acelerar el proceso de abastecimiento y surtir a los 160 usuarios que estaban en cola desde el día anterior.
Las protestas en las estaciones de servicio de los Valles del Tuy se han vuelto recurrentes en los últimos días. El pasado 28 de abril protestó un grupo de motorizados en la bomba de El Tomuso, en Santa Teresa, porque no les despachaban combustible.
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«Aquí estamos pacíficamente buscando combustible, ya que no contamos con el apoyo de la gobernación de Miranda ni de la alcaldía de Santa Teresa. No nos estamos poniendo rebeldes, solo queremos combustible. Somos padres de familia y motorizados«, indicó en ese momento uno de los conductores.
Dos días después, el 30 de abril, los choferes elevaron su voz de protesta en la antigua BP, ubicada en la redoma La Silsa de Charallave, luego de que los militares encargados de organizar el despacho les exigieran salvoconducto, RIF y carta de residencia. Para el momento al menos unos 400 conductores cumplían tres días en cola.
En la estación de servicio La Acequia, en Ocumare del Tuy, la inconformidad de los choferes es similar a la expresada en el resto de las gasolineras de los Valles del Tuy: las horas que permanecen en cola, las preferencias que existen para surtir combustible y el presunto cobro de gasolina en dólares.
Las personas que hacen cola, de acuerdo al plan pico y placa, aseguran que nunca se cumple la cuota que se fija previamente. «Dicen que van a surtir 30 vehículos por el terminal de la placa y terminan surtiendo a cinco», indicó uno de los afectados.
A través de un boletín oficial, el alcalde de Ocumare, Genkerve Tovar, dijo que las quejas también han llegado a su despacho, y en tal sentido aseguró que se mantendrán vigilantes para garantizar que la transparencia en la distribución de combustible.
Refirió que el 29 de abril se apersonó a la estación de servicio La Acequia y, ese día, se atendió a 200 vehículos y 65 motocicletas, además de las unidades del personal con salvoconducto.
Asimismo informó que tomaron los correctivos pertinentes «ante las denuncias de una situación de cobro de combustible por parte de personas inescrupulosas». Sin embargo, no dio mayores detalles al respecto, e hizo un llamado a la colectividad «a no ceder al chantaje de quienes pretenden aprovechar la coyuntura para obtener ganancias».
Mientras tanto, los conductores de Paz Castillo continúan preocupados porque la única gasolinera que existe en Santa Lucía no está funcionando desde que se inició la cuarentena. La situación los obliga a dirigirse hasta El Tomuso, en Santa Teresa, para abastecer sus carros.
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