La bomba Romano III cerró sus puertas el martes, 8 septiembre, porque se acabó el combustible y las abrió la mañana de este miércoles | Foto: Rosanna Battistelli
En las estaciones de servicio de los Valles del Tuy las colas y el caos vehicular fue el panorama que se observó hasta el final de la tarde de este miércoles, 16 de septiembre. En esta subregión mirandina el combustible comenzó a aparecer por a poco el domingo, 13 de septiembre.
Ese día, en horas del mediodía, una gandola descargó 36.000 litros en la estación Sucua, ubicada en la redoma Santa Rosa de Charallave. El vecino Carlos Crespo, habitante de la urbanización Vista Linda, acudió a esta gasolinera el lunes en la mañana y llegó al dispensador al día siguiente. Durmió dentro de su vehículo. Tardó 29 horas para comprar 30 litros de combustible a precio subsidiado.
LEE TAMBIÉN
Consulta El Pitazo | Usuarios reportan hasta tres semanas de cola para surtir gasolina
En Ocumare del Tuy la espera fue por más tiempo. En las afueras de la estación de servicio Romano III, los usuarios pagaron un plantón de 8 días. Esta bomba cerró sus puertas el martes, 8 septiembre, y las abrió la mañana de este miércoles. Una gandola la surtió a las 12:30 am. Para las 5:30 pm aún continuaban despachando. Se formaron al menos 3 colas.
En el resto de las estaciones de servicio de Santa Teresa, Cúa y Charallave la demora y la desesperación colectiva fue igual. Muchas historias se escucharon la mañana de este 16 de septiembre en las colas, a propósito de la falta de gasolina: Juan Ascanio perdió una cita médica pautada para el lunes, 14 de setiembre, al igual que Carmen Meléndez, Mario Contreras no pudo ir a Coche a comprar las hortalizas que vende en el mercado, mientras que Rosario Acosta tuvo que acudir a un vecino para llevar a su hijo a una clínica en Charallave tras caerse de su bicicleta.
Esta web usa cookies.