Caracas.- Ganadora del Miss Venezuela y del Miss Universo en 1981, diputada, alcaldesa del municipio Chacao, gobernadora de Nueva Esparta y candidata presidencial en 1998, es difícil que algún venezolano no sepa quién es Irene Sáez.
Cuando se alzó con la banda de reina universal el país se paralizó por completo para seguir las incidencias de un apoteósico recibimiento que se le ofreció en el aeropuerto internacional de Maiquetía.
Fue la segunda criolla en alcanzarlo luego de que Maritza Sayalero Fernández lo lograra en 1979 y abriera una racha de siete coronas para Venezuela, en una época en en el que los concursos de belleza eran un continuo refuerzo del orgullo nacional.
¿Pero qué fue lo que hizo a Irene Saez una reina inolvidable? Desde que Irene Sáez pisó el Minskoff Theater, de Nueva York en Estados Unidos, se convirtió en una de las favoritas de la ceremonia, logrando impornerse por encima de 76 candidatas de todo el mundo.
Con su abundante cabellera rubia y su 1.78 metros de altura era muy difícil que pasara desapercibida esa noche. Sáez destacó con su elegancia, aunque tenía todas las cualidades para ser una triunfadora, su respuesta a la pregunta final fue lo que convenció al jurado.
La venezolana demostró que no solamente era bella en apariencia, sino que también tenía un amplio conocimiento del béisbol, uno de sus deportes favoritos cuando apenas era una joven de 19 años. Irene Sáez sorprendió al presentador Bob Barker, quien le preguntó si seguía los deportes noretamericanos. A lo que Irene respondió: «Sí, cómo no. Admiro muchísimo a Los Rojos de Cincinnati y a los Dolphins de Miami».
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