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domingo, 28 abril, 2024
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Los difíciles comienzos como inmigrante del comediante venezolano George Harris

El venezolano no la tuvo fácil en España; trabajó de mesonero, aplaudiendo en programas de televisión y hasta en el metro de Madrid. Se regresó a Venezuela y luego se fue a Estados Unidos, un país que veía difícil de conquistar, pero se atrevió y lo logró

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Caracas.- El comediante venezolano George Harris, radicado en Miami, Estados Unidos, ha contado en diversas entrevistas y hasta en sus propios monólogos, lo duro que fue salir de su país y tratar de abrirse camino en el ámbito humorístico. Antes de llegar a la nación norteamericana, el también comunicador social se fue a vivir a España en 2003.

«Me fui a España en el 2003 y hago mucha referencia a esto porque fue una experiencia muy distinta a la de Estados Unidos. España es un país mucho más difícil, mucho más cuesta a arriba. Viví casi tres años en Madrid. Uno no sabe emigrar, uno no tiene ni idea de cómo emigrar. Fui a estudiar actuación y me di cuenta de que allí era muy difícil para abrirme campo. Europa es un continente duro, un continente muy viejo, donde las cosas son mucho más rigurosas, donde la gente es más dura para cambiar y para aceptar al nuevo, al que llega», contó Harris al canal de Youtube Ayer, Hoy y Mañana.

Al humorista le tocó trabajar de mesonero y en más de una ocasión iba a programas en los que le pagaban para estar en el público y aplaudir en la televisión nacional. También ha contado en reiteradas ocasiones en sus presentaciones que trabajó en el metro de Madrid, específicamente en una división que iba para el aeropuerto de Barajas.

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En uno de los shows celebrado en Miami en septiembre, George Harris contó a modo de anécdota sus comienzo como humorista en España y relató que cuando trabajaba en el metro, una colega venezolana le dijo que él tenía que hacer un monólogo debido a su manera de ser tan extrovertida y su forma peculiar de recrear situaciones e imitar acentos y personas. Dijo que le insistió tanto que lo intentó en el bar de un amigo.

Su rutina la hizo de la telenovela venezolana porque aseguró que eran muy famosas en la nación europea. Contó que se sorprendió cuando la gente que estaba en el lugar se paró y lo aplaudió por la presentación, pero a pesar de eso, decidió regresar a Venezuela en el 2006 para comenzar de nuevo y de cero.

Durante su estadía en Venezuela viajaba constantemente a Estados Unidos y en el año 2011 decidió evaluar el terreno en el ámbito humorístico y se mudó porque ya se había presentado en varios sitios y vio la posibilidad de lograr el éxito con el público hispano. Comentó que durante ese tiempo también tenía presentaciones regularmente en su país de origen y que de eso vivía. Sin embargo, el primer año no fue color rosa.

«De España me regreso a Venezuela y empiezo a trabajar en el Teatro Bar, todos los lunes hacía comedia allí. Comencé a crear una constancia de trabajo. Estuve cuatro años en Venezuela. En el 2011 decidí irme a Estados Unidos. Comencé a tocar puertas y la gente me decía: ‘Pero es que a usted no lo conoce nadie’. Yo les respondía: ‘Eso no importa. La gente no va a venir por si soy famoso o no, va a venir por si soy bueno o no soy bueno'», recordó.

Aseguró que a pesar de su difícil comienzo y las duras realidades con las que se topó, exprime todas experiencias y las convierte en rutinas humorísticas que utiliza en sus presentaciones. Todas sus vivencias le sirven para contar historias y relacionarlas con los hispanos y sobre todo, con los migrantes.

«Tuve paciencia, como debe tener todo buen emigrante. Trabajé muy duro. En EE. UU. me dieron la oportunidad de trabajar en un bar pequeño todos los jueves. Tenía capacidad para 90 personas, allí comencé a hacer mi show. Como lo cuento siempre; la gente cree que es broma, pero es así: a mi al principio me iban diez personas al show y así estuve al menos durante un año, lo máximo fueron 25 personas», dijo.

Harris recordó que se mantuvo constante pese al escaso público. «Yo siempre me decía, esto tiene que reventar en algún momento, hay que tener paciencia y tener constancia, hay que tener aguante. Todos nos quebramos, hay momentos en donde llegas a tu casa y te pones a llorar, uno tiene sentimientos. Imagínate había momentos en los que yo llegaba a mi casa sin nada, porque el show solo dio para pagar a los mesoneros. Yo vivía en una habitación llena de cucarachas, porque la habitación quedaba al lado de un basurero y aunque yo limpiara y fumigara siempre entraba una visitante a saludar», explicó.

El comediante aconsejó a los venezolanos que han decidido empezar de cero en otros países. Les sugirió tener paciencia porque las cosas no se dan de un día para otro. «Ahora me siento muy afortunado, porque puedo hacer humor que es lo que más me gusta en la vida».

En la actualidad Harris tiene un show nuevo todos los jueves en el Flamingo Theater Bar, el cual también se puede ver en su canal en Youtube. Además cuenta con un programa informativo llamado George Al Aire que también se publica en dicha plataforma.

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