Alain Díaz, quien vive en España desde hace 25 años, es el CEO del emprendimiento Bolife, un respirador portátil y económico que no requiere electricidad para su funcionamiento. La empresa que comercializa el aparato también ha realizado donaciones a hospitales venezolanos

Entrevista: César Batiz | Redacción: Catherine Medina

Existe una frase (comúnmente atribuida al poeta argentino Andrés Neuman) donde se explica que “las ideas son los frutos exquisitos de las crisis”. Solo así se explica el nacimiento de Bolife, un emprendimiento cuyo CEO es el empresario Alain Díaz Muñoz, venezolano radicado en España desde hace 25 años y formado como consultor empresarial, habiendo sido representante en Venezuela de las marcas de relojes Gucci, Sector y Audemars Piaget.

En una entrevista ofrecida a César Batiz, periodista de investigación y director de El Pitazo, Díaz tuvo la oportunidad de conversar sobre el Bolife, un equipo que se ofrece para la recuperación de pacientes con COVID-19, amén de otras afecciones respiratorias. 

El nombre de Bolife es una contracción del inglés breath of life, que se traduce al español como “aliento de vida”. Fue creado por Daniel González Rajó, Javier Tamayo y Oscar Maroto, tres trabajadores de salud con experiencia en el traslado de pacientes en ambulancias y aeroambulancias, y rescates en lugares de difícil acceso.


Bolife utiliza piezas ya existentes en el mercado. Perrmite que el oxígeno fluya para ayudar al paciente a respirar

Alain Díaz, empresario

La mayoría de las veces, estos rescates se realizaban cuando ya los pacientes no respiraban. Los trabajadores se dieron cuenta de que necesitaban un mecanismo que inyectara oxígeno a los pacientes a una presión constante, y así González, Tamayo y Maroto crearon la primera versión del Bolife, que posteriormente fue revisada y mejorada por dos médicos especialistas. “Lo más impresionante del Bolife es que hace que una persona que está casi ahogada pueda, en 15 segundos, recuperar la saturación de oxígeno en la sangre”, relata Díaz, formado como consultor financiero y ahora CEO de Bolife.

Díaz explica que la idea de presentar el Bolife como una alternativa masiva surgió a raíz de una estadística preocupante, ya que entre 80% y 90% de los pacientes que llegaban a las unidades de cuidado intensivo de Madrid no requerían de un respirador intrusivo. “Lo que necesitan estos pacientes es un sistema de presión positiva. Es decir, un sistema que ‘infle’ de nuevo los alvéolos pulmonares, lo que hace que se recupere la saturación del oxígeno en la sangre y baje la frecuencia cardíaca. Así se evitan otras patologías”, explica Muñoz.

A corto plazo, el uso del Bolife permite que el paciente pueda respirar de manera independiente y dejar la unidad de cuidados intensivos para ir a una habitación, liberando el espacio para pacientes cuyo cuadro de COVID-19 les impida respirar por sí mismos.


No se trata de un respirador ni puede sustituirlo. Solo puede ser utilizado en un paciente que aún respire por él mismo

Alain Díaz, empresario

El Bolife está compuesto por piezas que ya existen en el mercado y que son fabricadas y patentadas en Europa. Muñoz afirma que esta invención “utiliza piezas de una manera que permita que el oxígeno fluya para ayudar al paciente a respirar”. 

Y con el verbo “ayudar”, Díaz hace una gran aclaratoria. “Bolife no te ayuda a curarte del COVID-19. Lo que hace es que evita el peor de los síntomas de la enfermedad, que es el ahogo, y  permite respirar mientras los médicos luchan contra tu enfermedad”.

Pero eso no es todo: Bolife no requiere de electricidad y puede usarse, incluso, en hospitales de campaña o medios de transporte mecanizados (como ambulancias) con tan solo una bombona de oxígeno, destaca el entrevistado.


Hemos logrado que una persona que está casi ahogada pueda, en 15 segundos, recuperar la saturación de oxígeno en la sangre

Alain Díaz, empresario

El Bolife no debe ser confundido con un respirador de los que se observan en las unidades de cuidados intensivos de los centros de salud, tampoco los sustituye porque el Bolife es un mecanismo que “solo puede usar un paciente que aún respire por él mismo”, señala Díaz. Los respiradores de las unidades de cuidados intensivos se utilizan, precisamente, para respirar por el paciente cuando la enfermedad ya está avanzada.

Al ser cuestionado acerca de que el Bolife no sea un aparato más como los que se ofrecen en televenta, Díaz cita como su mejor ejemplo al exdirector del hospital Ifema, de Madrid, y actual secretario de Salud de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, quien Díaz asegura  pidió varias unidades de este producto para aliviar un poco las unidades de cuidados intensivos del centro de salud a su mando. También, gracias a las gestiones de la doctora Noraida Matos, donaron algunas unidades del Bolife a la Fundación Nueva Mujer Margarita, además de CorpoSalud Nueva Esparta y centros de salud en México. Hospital General Collado Villalba.

Aunque confiesa que el mercado de los equipos médicos es “sumamente competitivo” para una marca naciente como Bolife, Alain afirma que se están dando todos los pasos necesarios para que el producto consiga la aprobación de la Organización Mundial de la Salud, y pueda ser producido a una escala mayor.


Bolife no te ayuda a curarte del COVID-19. Lo que hace es evitar el peor de los síntomas de la enfermedad, que es el ahogo, y permite respirar mientras los médicos luchan contra tu enfermedad

Alain Díaz, empresario