Joslernes Rojas corrió a la cocina de la casa y le contó a su sobrina que ganó una competencia en la que había participado semanas atrás, motivada por una maestra del colegio La Consolación, perteneciente al grupo Fe y Alegría. Se abrazaron y comenzaron a orar.
Shanthal Rojas, una niña de 11 años, residente del sector Unare, en el estado Bolívar, obtuvo el primer lugar en la categoría historieta del concurso La escuela que es mi casa, impulsado por El Pitazo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Su obra destacó entre las más de 300 que se postularon.
Su cabello rizado, simpatía, anécdotas e inteligencia son los protagonistas de un creativo dibujo en el que relata con humor su vivencia durante el confinamiento y cuánto ha aprendido en medio de la pandemia del coronavirus. También refleja su deseo de reencontrarse con sus seres queridos que están fuera de Venezuela, especialmente con su papá y abuela Leonor. Cada vez que los nombra, los ojos le brillan y se le quiebra la voz.
Shanthal Rojas, ganadora del primer lugar en la categoría historietas del grupo de 10 a 12 años
Desde muy pequeña manifestó habilidades para el arte. A los cinco años participó como asistente de pintura en un concurso de murales en Ciudad Bolívar. Ganó el primer lugar, y con el dinero que obtuvo, pidió que le compraran una caja de colores y témperas.
Siempre quiere mirar al futuro, dice su familia. “Si ella tiene esperanza, ¿quiénes somos nosotros para no acompañarla?”, indica la tía de la ganadora del concurso.
Shanthal vive con su tía, abuelo y bisabuela. Es tímida y sensible. Muestra madurez al hablar y le gustan los retos. Dibuja, canta, baila ballet clásico y flamenco, toca flauta, es youtuber y le atraen las matemáticas. Quiere ser científica. Al concurso se postuló con un poema y una historieta tan solo dos semanas antes de que cerrara la competencia.
–Yo me lo puse como un reto y le pedí a mi tía que me inscribiera en las dos categorías. Dije ‘yo sí puedo’. En realidad pensé que podía ganar con el poema y no con la historieta, porque la veía como algo muy fácil.
–Dibujé todas las cosas que he pasado en esta cuarentena. Las tareas, los grupos de WhatsApp y mi familia. También quería reflejar a mi abuela, mi tío y todas esas personas que están fuera de Venezuela buscando cómo regresar.
–Mi bisabuela y yo le habíamos prometido a Jesús Sacramentado que si ganaba le ofreceríamos una oración de agradecimiento. Y eso hicimos. Le agradecimos a Dios.
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–Me sentí muy inspirada por lo que ha pasado en estos meses. También quería enviar un mensaje a las demás personas para que vean que no todos los niños estamos malgastando nuestro tiempo en la cuarentena. Quería inspirar a otros niños.
–Al principio me quedé superimpactada cuando me dijeron cuarentena. Yo me preguntaba si es que esto iba a durar 40 años. Estaba asustada porque además todos los trabajos del colegio eran sobre coronavirus, y yo no sabía qué era eso. Me tocó investigar mucho. Pero pienso que es una experiencia que nos está haciendo más fuertes para un futuro.
–Me lo imagino muy diferente. Creo que las personas van a preocuparse por cuidarse más. Pienso que debemos cuidar más a la naturaleza, porque en estos momentos de cuarentena, los animales están siendo más libres. Entonces creo que debemos reflexionar sobre lo que hemos hecho con esos animales porque no se lo merecen.
–Yo les diría que dejen los miedos, porque una cabeza con miedos no tiene espacio para los sueños.
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