Desde la aparición de la variante delta del coronavirus, detectada en India en octubre de 2020, se ha esparcido entre un centenar de países de los diferentes continentes y, en algunos de estos, se ha convertido en la variante predominante. América no ha sido la excepción y, por ende, las naciones de la región latinoamericana tampoco han escapado a una nueva proliferación de infectados por esta mutación del SARS-CoV-2 que hasta ahora se presenta mucho más agresiva y contagiosa que el virus original de Wuhan, China.
El director de El Pitazo, César Batiz, conversó con el médico intensivista y neumonólogo José Octavio Isea Dubuc, sobre algunos de los aspectos más importantes que caracterizan a esta nueva versión del coronavirus. Dubuc dejó claro que la variante delta, aunque ingresa al organismo humano de la misma forma como lo ha venido haciendo desde el principio de la pandemia el COVID-19, esta tiene la particularidad de que sus mutaciones entran con más facilidad y mayor celeridad.
José Isea Dubuc, médico intensivista y neumonólogo
“La variante delta puede tener una carga viral mil veces más alta que el virus original y puede contaminar a un radio de 4 a 6 personas por cada persona infectada. De tal manera que esto puede ir representando de forma exponencial un brote mucho más intenso”, precisó el especialista, quien también aseguró que la variante delta es tan contagiosa como la varicela, comúnmente conocida en Venezuela como la lechina.
A manera de analogía, para explicar cómo se comporta el coronavirus en sus diferentes mutaciones con respecto a las personas, el experto neumonólogo lo comparó con una llave cuya cerradura es el cuerpo humano. “La llave del virus, una vez que abre la cerradura contenida en los individuos e ingresa al organismo, replica múltiples copias, más exactamente, una molécula de un virus produce 100 mil copias, y con el virus de la variante Delta se reproducen mil copias más. Es por ello que la enfermedad se vuelve mucho más contagiosa, más transmisible y puede ser mucho más sintomática”, precisó.
–Probablemente cambia un poco el patrón, por ejemplo, las personas no pierden el sentido del gusto, ni del olfato, da mucho dolor de cabeza, congestión nasal y dolor de garganta, y a diferencia de lo que ha manifestado el COVID-19 inicial, no se presenta diarrea ni dolor osteomuscular, por lo que la gente puede pensar que es una gripe común y corriente, pero puede ser variante delta.
José Isea Dubuc, médico intensivista y neumonólogo
–El tratamiento que se aplica no es para evitarlo o curarlo, es para controlar las consecuencias y evitar en la medida de lo posible que el paciente caiga en gravedad, pero básicamente se hace de la misma manera con la variante delta, solo que hay que tener claro que lo más efectivo es la prevención y la vacunación oportuna, que es lo que realmente va a evitar los efectos severos y la muerte. El paciente con coronavirus se muere porque tiene el oxígeno bajo, de manera tal que con un paciente grave con cualquier variedad debe evitarse que tenga una hipoxemia, que es cuando el nivel de oxígeno a nivel del pulso cae por debajo del 90 %. Mientras más bajo, es más grave.
–Sí, todas hasta ahora: la de Phizer, AstraZeneca, Moderna, Sputnik V, Sinopharm, tienen porcentajes altos de efectividad ante la variante delta. Tal vez no tan efectivas, pero sí protegen y evitan las complicaciones severas en la persona siempre que estén vacunadas con las dos dosis en el tiempo reglamentario. Quiero insistir en que el tratamiento más efectivo es la vacunación en sus dos dosis, no una. Por eso hemos visto personas con una sola dosis que tienen la enfermedad, así como también es imperativo el llamado a que las autoridades gubernamentales traigan a la brevedad las vacunas para inocular a la mayor cantidad de personas posibles con las dos dosis. En Estados Unidos se ha evidenciado que a pesar de que el número de casos positivos por coronavirus y ahora la variante delta, es muy alto, también es cierto que los niveles de mortalidad han bajado significativamente.
José Isea Dubuc, médico intensivista y neumonólogo
–El COVID puede repetir porque la respuesta de anticuerpos no es igual en todos los casos. Una persona puede tener la vacuna contra el sarampión y le puede dar sarampión porque los anticuerpos que produjo no fueron lo suficientemente efectivos para controlar el virus del sarampión, de allí la importancia de la vacunación porque su componente ayudará a reforzar estos porcentajes de inmunidad. Otro aspecto muy importante es que se cumpla la cadena de frío en los productos vacunales. Eso tiene que estar garantizado como algo sagrado porque si usted saca una vacuna y la deja a temperatura ambiente, y con ella se vacuna a alguien, no va a generar la efectividad deseada porque la perdió automáticamente tras haberse interrumpido su cadena de frío.
–La cuestión no es que lleguen, es la celeridad con la que se apliquen. Me pregunto: ¿Por qué no vacunar a la gente en los centros de votación, por ejemplo? Se podría utilizar la infraestructura electoral. Si en una jornada comicial se recogen 8 o 10 millones de votos, entonces con esa misma data y logística se puede lograr una capacidad de vacunación más rápida, garantizando que las medidas de bioseguridad y distanciamiento físico realmente se cumplan y así, se acelera el proceso de inmunización en todo el país, porque en la espera por recibir una vacuna es cuando se producen los contagios y en el peor de los casos, la muerte. No obstante, mi exhorto es a que las personas sigan cumpliendo a cabalidad los métodos de prevención, aun cuando estén vacunados y mientras logremos alcanzar la inmunidad de rebaño.
Citas:
“”
“”
José Isea Dubuc, médico intensivista y neumonólogo
“”.
José Isea Dubuc, médico intensivista y neumonólogo
Esta web usa cookies.