La rectora suplente del CNE catalogó de grave la situación que se registró en el estado llanero y señaló que los representantes del Plan República involucrados en la irregularidad deben ser sancionados y cambiados. La representante del ente electoral reconoció que es largo el camino hacia la recuperación de la confianza en el voto, pero destacó los avances logrados con la restitución de algunas garantías para los recientes comicios

Entrevista: César Batiz | Redacción: Kemberlyn Talero

El domingo 21 de noviembre se celebraron en el país elecciones regionales y municipales en las que uno de los principales desafíos era la recuperación de la confianza en el voto. La designación de nuevas autoridades electorales y el retorno de ciertas garantías, como la observación internacional y el restablecimiento de algunas tarjetas, fueron parte de los logros para este proceso que se vieron empañados por los hechos ocurridos en Barinas, donde no fue reconocido el triunfo del opositor Freddy Superlano.

Contrario a lo que se esperaba, el candidato opositor a la Gobernación de Barinas fue inhabilitado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), órgano que pidió nuevas elecciones en la entidad e imposibilitó la postulación de la esposa de Superlano, Aurora Silva, quien se perfilaba como candidata a la Gobernación de Barinas.

La rectora suplente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Griselda Colina, catalogó de graves estos hechos y aseguró que no fueron respaldados por el ente electoral. Asimismo, destacó que gracias a la contención del órgano que representa es posible la realización de nuevas elecciones en 2022.


Debe ser más transparente la información que se da al ciudadano sobre el sistema electoral

Rectora suplente del CNE

En entrevista con el director de El Pitazo, César Batiz, Colina afirmó que en este proceso electoral se dio el primer paso para la reconstrucción de la confianza en el voto, el cual tuvo que ver con la postulación que se hizo, desde la sociedad civil, de 15 personas para integrar el CNE. “Hemos visto cómo un cuerpo rectoral pudo avanzar en decisiones que estuvieron a favor de esa recuperación de la confianza”, dijo la rectora, quien es Comunicadora Social egresada de la Universidad Central de Venezuela, fue coordinadora de Proyectos del Centro Carter en Venezuela entre 2010-2015, promotora del Foro Cívico y fundadora del Observatorio de Comunicación y Democracia.

En ese sentido, reconoció que el camino es largo y todavía presenta muchos desafíos, pero destacó los avances que lograron en este proceso, entre los que menciona el número de días y puntos para el Registro Electoral, así como su depuración, la auditoría a las máquinas de votación con participación de 10 académicos de universidades nacionales, actas con códigos QR que sirvieron para que los testigos tuvieran a la mano las cifras de los centros electorales y la presencia de una misión de observación internacional, un panel de expertos de la Organización de Naciones Unidos y del Centro Carter.

A juicio de Colina, el proceso electoral de este 21 de noviembre marcó el inicio de un ciclo de cambio en la recuperación de una ruta electoral que permita retomar la confianza y la participación ciudadana.

—¿Qué faltó en este directorio del CNE para ayudar a recuperar la confianza en el voto?

—Muchísimas cosas. Creo que hay temas que deben ser abordados desde una perspectiva más estructural. Hay que revisar el marco normativo y legal, y esto exige involucrar a muchos actores y a los ciudadanos. Por ejemplo, hay inconformidades con el voto indígena y con las postulaciones e inhabilitaciones. Debe ser más transparente la información que se da al ciudadano sobre el sistema electoral, en materia de pluralismo y de políticas informativas. Teníamos conciencia de que todo no se iba a resolver en seis meses; los derechos civiles y políticos se han socavado por años.

—¿Cómo explicar estos avances a los venezolanos en la diáspora?

—Es parte de esas tareas. Primero, entender cuál es la realidad de esos venezolanos que están afuera, avanzar en un camino que permita que recuperen su derecho a la identidad porque muchos no tienen ni un documento que los reconozca como ciudadanos que están fuera de su país, y luego la recuperación de sus derechos civiles y políticos, que pasa porque estén registrados en el CNE. El camino va a ser largo y empinado, va a tocar convencer a esos venezolanos de que votar es un derecho que se debe ejercer, pero los venezolanos somos muy democráticos y, tanto aquí como afuera, estamos esperando una oportunidad.

—¿Cómo recuperar la confianza luego de lo que pasó en Barinas?

—Eso es parte de las resistencias que hay. Los hechos de Barinas pasan porque la gente votó y se evidencia porque los actores políticos tenían los resultados en sus manos. Pasa también porque había una nueva institución electoral que puso freno a esos hechos que, en el pasado, hubieran terminado en otra situación. Barinas muestra también que hay un pueblo dispuesto a seguir luchando por los espacios que ganaron y que no están dispuestos a abandonarlos.

Yo no justifico lo que está pasando en Barinas; es grave. El grupo que está en el poder, que está resistiéndose a estos cambios, pasó una línea roja y nosotros lo tenemos que decir. Esta situación pasa por un Tribunal Supremo de Justicia y por una Contraloría General de la República que están actuando de espaldas a la Constitución y la institucionalidad; no podemos decir que fue con el permiso del CNE. Al contrario, el CNE más bien puso un freno y gracias a eso se van a hacer nuevas elecciones.

—Rocío San Miguel sugería cambiar el Plan República en Barinas debido a los acontecimientos en el proceso electoral. ¿Qué opinas?

—Es parte de particularidades que se presentan en cada una de las instituciones. Yo no puedo juzgar a toda la Fuerza Armada y a todo el Plan República por esta particularidad que se presentó en Barinas y otros estados, pero en general registramos un cambio en la conducta de la Fuerza Armada en su rol de acompañar al pueblo venezolano en el ejercicio de su derecho. Estoy de acuerdo, hay que cambiarlos y elevar unas sanciones a estas personas que no entienden que es un proceso ciudadano y no pueden secuestrar instrumentos que son de los ciudadanos.


El proceso electoral de este 21 de noviembre marca un inicio de un ciclo de cambio en la recuperación de una ruta electoral que permita retomar la confianza

Rectora suplente del CNE

—¿Qué se ha preparado en el CNE para las elecciones del 9 de enero?

—El reglamento, toda la normativa y registro electoral es el mismo porque estamos a muy poco tiempo. Los observadores nacionales ya solicitaron credenciales y esperamos que se aprueben. Para el proceso del 9 de enero se tienen que mantener las mismas condiciones y garantías que se ofrecieron el 21 de noviembre, y la observación nacional e internacional fue una de ellas. Desde el CNE se tiene que hacer una invitación a estos grupos internacionales, eso tiene que pasar esta semana o la próxima a más tardar, pero esperamos que esta sea una de las garantías que se les brinde al pueblo barinés.

—Los rectores Picón y Márquez han sido atacados por Diosdado Cabello. ¿Renunciarán? ¿Si renuncian, quiénes ocuparían sus lugares?

—Yo respaldo y apoyo la gestión de Enrique Márquez y Roberto Picón. Doy fe de que sus actuaciones han sido apegadas a la ley. Creo que coincidimos todos los que postulamos nuestras candidaturas y llegamos al CNE en que si nuestra renuncia sirviera para la reconstrucción democrática, nosotros lo haríamos. En este momento no está planteado que nosotros renunciemos y abandonemos un espacio que se ha ganado. Estamos conscientes del reto que asumimos y del tiempo que nos toca involucrarnos en ello.

—Pero ya renunció Francisco Martínez

—La renuncia de Francisco Martínez no obedece a ningún cuestionamiento ulterior relacionado con la situación de Barinas. Martínez es empresario y con anterioridad había comentado la oportunidad de hacer emprendimientos con grupos internacionales que podrían bloquearse por su vinculación con el CNE; se quedaba hasta que terminara la elección y eso fue lo que sucedió. Agradecemos que prestó su nombre y prestigio, pero ahora debe volver a su rol de empresario.


Los cambios en el CNE fueron producto de un diálogo político

Rectora suplente del CNE

—¿Cómo ayuda la falta de confianza a Maduro y su entorno?

—Los cambios en el CNE fueron producto de un diálogo político; sin acuerdos políticos entre los actores que toman decisiones es imposible seguir avanzando. Es importante entender que sí, el tema de Barinas es negativo y grave, pero no podemos decir que todo lo que se avanzó en una ruta del cambio de reinstitucionalización ya no existe. Lo que nos dice es que hay fracciones, tanto en el gobierno como en la oposición, que no son de la línea del diálogo político, pero nosotros debemos impulsar que este camino siga. Maduro está en una línea de apertura muy fina y nosotros tenemos que ver de qué manera abrimos esa grieta.

—En su opinión, ¿los partidos políticos de oposición ayudaron a recuperar la confianza en el poder alcanzable en las mesas electorales?

—La configuración de los partidos políticos de la oposición es una de las lecturas que quedan del 21 de noviembre. El venezolano no es analfabeta político; al contrario, está demostrando que tiene una conciencia clara y no votó por colores sino por nombres y apellidos. Esa es una lectura que deben hacer los actores políticos. Hay oportunidades para que nuevos liderazgos surjan y que, además de que los que quedaron electos, le den respuesta a la gente desde esa realidad.

—Luis Salamanca hablaba de un trienio del cambio político democrático que comprende un posible revocatorio y una elección presidencial. ¿Qué debe hacer en este trienio la sociedad civil para ayudar a recuperar el voto? ¿Tiene responsabilidad o es solo del CNE y los partidos?

—La sociedad civil tiene una responsabilidad y la ha venido asumiendo contra todo riesgo. Una de las cosas que nos planteamos en Foro Cívico es el cambio de paradigma en la relación sociedad-partidos políticos-gobierno, en cómo cambiamos esa relación y hacemos valer nuestra autonomía. La sociedad civil no tiene que estar subordinada a los partidos políticos y eso es algo que debemos seguir explicando, ir más allá en la elaboración de propuestas que rompan la dinámica de estancamiento entre los partidos políticos. Estamos trabajando en la renovación de las directivas de los partidos políticos. La democracia implica ejercicios a lo interno de los partidos, en los gremios, sindicatos y universidades.