Juan Carlos Becerra González es máster en Filosofía, científico y físico, nacido en Calderas, municipio Bolívar del estado Barinas. En 2020 fue premiado por la Universidad de Massachusetts por ser el primer científico en desarrollar un proyecto en Latinoamérica denominado “Creación de una Fotosíntesis Artificial de CO2 para Captar Energía a través de Nanotecnología Cuántica”

Por: Marieva Fermín

Juan Carlos Becerra es un científico venezolano nacido en el caserío La Aguadita, parroquia Calderas del estado Barinas. Ostenta la distinción de ser el primer científico latinoamericano en crear una fotosíntesis artificial con dióxido de carbono (CO2) para capturar energía a través de nanotecnología cuántica, título otorgado en 2020 por la Universidad de Massachussets entre exponentes de 14 universidades de la región. Ahora, busca financiamiento para producir metanol verde y ayudar a limpiar el aire a través de energía pura.

Su idea es la construcción de plantas de tratamiento especiales de biomasa o materia orgánica. Con esta planta espera utilizar toda la materia que proviene de árboles, plantas y desechos de animales que pueden convertirse en energía, así como las provenientes de la agricultura y también de un aserradero como ramas, aserrín, cortezas y de los residuos urbanos de aguas negras, basura orgánica y otros. Su sueño es contribuir a disminuir el efecto invernadero en el planeta.

Científico y sacerdote

Becerra González cursó primaria en la Escuela Fe y Alegría Inmaculada y Teresa de la Asunción en Barinas. Con 14 años se fue a Mérida al seminario San Buenaventura para hacerse sacerdote, estimulado por dos curas allegados a la familia. Con una aplicación de Ingeniería Eléctrica pendiente, desarrolló sus estudios de Filosofía en Mérida y San Cristóbal, donde terminó en el seminario Santo Tomás de Aquino de la Universidad Católica, pero dejó el camino de sacerdote y se fue a Maracaibo a estudiar Educación y, posteriormente, una maestría de la misma carrera en la Universidad Cecilio Acosta.

No recuerda cuántos cursos, talleres y estudios ha hecho sobre electrónica, aunque su entorno de trabajo lo hizo en el Ministerio de Educación, en muchas instituciones del estado Barinas, entre ellas el Colegio Gran Mariscal de Ayacucho, Colegio Provincial y Colegio de las Monjas en la capital llanera, y en Barinitas, en los liceos Trina Briceño de Segovia y Cándido Antonio Meza.


El objetivo es desarrollar una industria de captación del dióxido de carbono (CO2) con desarrollo tecnológico llamado Becerra CO2 (BECCO2) para generar energía limpia; cuidar la capa de ozono y disminuir 90% de los gases invernaderos utilizando sistemas mecatrónicos con nanotecnología

Juan Carlos Becerra, científico venezolano

Mientras impartía clases, Juan Carlos recuerda que día a día crecía en él su necesidad por conocer y, sobre todo, saber más sobre la ingeniería térmica y mecánica, carreras que cursó en el Instituto Universitario de Tecnología Industrial (Iuti) y el Tecnológico Sucre.

El apremio económico lo hizo buscar nuevos horizontes y decidió trasladarse a Barquisimeto, capital del estado Lara, donde estuvo durante un tiempo, pero hace ocho años emigró a Bogotá, ciudad donde actualmente vive con su familia. Allí prosiguió su aprendizaje y se tituló como ingeniero en robótica industrial y física.

El científico explica que el metanol verde es un combustible que se obtiene por destilación de la fotosíntesis a baja temperatura o mediante la reacción del monóxido de carbono y el hidrógeno, que se emplea para desnaturalizar aditivos de combustibles líquidos y poder disminuir en la atmósfera el 75% de CO2.

Disminuir el efecto invernadero

El objetivo que se plantea Becerra, según lo confirmó a El Pitazo a través de una entrevista por vía WhatsApp, es desarrollar una industria de captación del dióxido de carbono (CO2) con desarrollo tecnológico llamado Becerra CO2 (BECCO2) para generar energía limpia, cuidar la capa de ozono y disminuir 90 % de los gases invernaderos utilizando sistemas mecatrónicos con nanotecnología. Su proyecto inicial es instalar una planta en Estados Unidos.

“Necesitamos capturar masivamente CO2 y si después tenemos que almacenarlo se necesitan grandes inversiones. De ahí que este proyecto dé respuestas y justifique las inversiones. Generará ingresos por la producción de energía renovable en metanol, grafeno, oxígeno e hidrógeno”, expuso.

Becerra González, el primer latinoamericano en obtener un reconocimiento otorgado por la Universidad de Massachusetts por su investigación “Creación de una Fotosíntesis Artificial de CO2 para Captar Energía a través de Nanotecnología Cuántica”, explica que su proyecto tiene pocos estudios en Latinoamérica.


El metanol verde es un combustible que se obtiene por destilación de la fotosíntesis a baja temperatura o mediante la reacción del monóxido de carbono y el hidrógeno, que se emplea para desnaturalizar aditivos de combustibles líquidos y poder disminuir en la atmósfera el 75% de CO2

Juan Carlos Becerra, científico venezolano

Se trata de captar y absorber el CO2 con su método innovador para controlar las emisiones. El científico propone una transformación que lleva como principio la termodinámica, que corresponde al estudio de efectos de cambios de una presión o materia cuyo cuerpo se transforma en energía.

Esa energía, destaca, es propiciada en la separación de los átomos que se encuentran en el agua y el carbono para desarrollar el hidrógeno como combustible de masa biodegradable.

El principio de la fotosíntesis artificial con nanotecnología que propone el científico se fundamenta en el mismo principio de la fotosíntesis de las plantas. La transformación que prevé será precalculada en la teoría cuántica, que se creará en base al principio de entropía que consiste en captar, seleccionar y ordenar los elementos físicos en el CO2. Agrega que los cálculos también se extenderán hacia el proceso de aspiración mecánica o capacidad de absorción que tiene un ventilador mecánico para extraer el CO2 a la proforma de transformación.

Fotosíntesis artificial

El paso final del invento de Becerra, la fotosíntesis artificial, será la filtración del CO2 en una plataforma que derivará el oxígeno en agua por medio de grafeno y la depositará en un espacio solo de líquido. El CO2 será catalizado en la hidrólisis para retener el hidrógeno en un componente nanotecnológico.

Estos resultados estarán custodiados por un sistema electrónico binario que, a través de una placa de arduino (plataforma de hardware libre, basada en una placa con un microcontrolador y un entorno de desarrollo, diseñada para facilitar el uso de la electrónica en proyectos multidisciplinarios), captará los resultados y en las cargas que se presentan en la pila de hidrógeno con sensores de gas humedad y funcionamiento.

El objetivo de BECCO2, reitera Becerra -quien en su haber tiene estudios superiores en astrofísica, física y mecánica cuántica en la Universidad de Harvard, Massachusetts, y de ingeniería electrónica en la Corporación Unificada Nacional de Educación (CUN) en Bogotá, Colombia, donde ahora vive- es producir metanol verde a partir del CO2 capturado y del hidrógeno producido utilizando energía renovable.

“Lo mío es diferente. Hasta ahora, lo que se hace es utilizar electrolizadores que rompen el agua en dos, gracias a la electricidad proveniente de fuentes renovables”, destaca.


Hay interés, pero el sector es prudente, tiene que cumplir tres garantías: la del suministro, la ambiental y la económica, y eso es complicado

Juan Carlos Becerra, científico venezolano

La inversión

El proyecto BECCO2 tiene un costo de entre 5.000.000 y 6.000.000 euros. Su inventor reconoce: “La planta piloto no es rentable por sí misma. La rentabilidad será posible de cara a una escalabilidad; y si hay un impulso o ayudas, sería viable completamente. Hay que pensar que es necesario para reducir las emisiones de CO2”.

Becerra señala que la industria energética está en un tiempo de espera. “Hay interés, pero el sector es prudente, tiene que cumplir tres garantías: la del suministro, la ambiental y la económica, y eso es complicado”, argumenta.

El científico estima que la tecnología de su planta se diseñará en una escala intermedia modular, con el objetivo de poder adaptarla a diferentes tamaños de plantas y composición de gases. “Para que esta tecnología llegue al mercado se necesitan no solo incentivos, sino un marco regulatorio para poder encontrar las piezas de su fabricación que, aunque sean costosas, se tiene que conocer el material físico que lo favorezca”, apunta.

Pese al esfuerzo que se ha realizado en el proyecto, el también docente universitario en Bogotá reconoce que solo un porcentaje muy pequeño de las emisiones de CO2 de la central térmica son capturados por BECCO2. Aun así, cree que, por el momento, es una solución paliativa. “De consolidar mi invento, los pueblos serán muy favorecidos y, sobre todo, aquellos en su carencia de energía”, justifica.

Esta fabricación sería, por su patente, en Estados Unidos, más las proyecciones que se deben tener como plan piloto en Venezuela, apuntó.

A Juan Carlos Becerra lo pueden contactar en los siguientes números telefónicos y redes sociales: +573142348107 +58 4245631575 correo [email protected] Instagram @becerragonzalezjuancarlos y Facebook Juan Carlos Becerra González.