Caracas.- La ampliación de medidas de flexibilización de la cuarentena por el COVID-19 ha brindado oxígeno a varios sectores económicos luego de siete meses de paralización total. Aunque el sector turístico, de los más afectados por la pandemia, ha recibido con beneplácito su inclusión en el reinicio de actividades, reconocen que actualmente no cuentan con las capacidades para cumplir con la decisión del Ejecutivo de Nicolás Maduro.
El pasado 19 de octubre, el mandatario Nicolás Maduro, autorizó el inicio de las actividades en el sector turístico nacional, a partir del 1 de diciembre. El anuncio, a su vez, incluyó la incorporación al plan 7+7 plus de balnearios, playas, posadas, hoteles, eventos públicos en sitios abiertos, autocines y otras actividades al aire libre.
El anuncio, no obstante, ignora la crisis que enfrenta el sector. Desde el Consejo Superior de Turismo (Conseturismo) han manifestado que alrededor de un 30% de las empresas que se dedican al turismo no se encuentran en condiciones de abrir sus puertas, en especial, las micro, pequeñas y medianas empresas.
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Representantes del sector hotelero advirtieron que la pandemia y el posterior Estado de Alarma, impuesto desde marzo en todo el país, ha venido a agravar el ya de por sí escenario complejo que enfrentaba el turismo nacional, luego que en los últimos años hayan sufrido un desplome sostenido de las tasas de ocupación hotelera y de recepción de turistas extranjeros.
“El sector está muy afectado. Para que podamos abrir tenemos que tomar cierto tiempo para adaptar las normas de bioseguridad”, aseguró a El Pitazo una fuente del sector hotelero, que pidió reservar su identidad. Añadió que actualmente existen hoteles en cierre técnico, por lo que claman al Ejecutivo de Nicolás Maduro por paquetes de financiamiento y estímulos fiscales para asumir la reactivación.
De acuerdo con datos de la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela (Fenahoven), entre 50.000 y 100.000 dólares han dejado de facturar casi 300 hoteles en todo el país durante los siete meses de confinamiento.
Estas pérdidas financieras se han visto reflejadas en el deterioro de instalaciones e incluso en el cierre técnico de hoteles. “No contamos con las capacidades acordes para cumplir las normas de bioseguridad. Vamos a necesitar colaboración de las autoridades para tener planes de financiamiento y flexibilización tributaria que nos ayuden a recuperar caja para invertir en nuestros establecimientos y para dar la mejor atención”, señaló la fuente.
Previo a la flexibilización, más de una decena de hoteles eran utilizados por el Gobierno para alojar y atender a pacientes contagiados de COVID-19, un servicio por el que no han recibido ninguna retribución monetaria por parte del Estado, reveló Conseturismo.
“El deterioro de las instalaciones ha sido oneroso. A pesar de que los hoteles se han usado como instalaciones sanitarias, nosotros solo somos prestatarios. Solo teníamos que dar las habitaciones, cama, televisión y aire acondicionado. La logística restante debía correr por parte del Estado, pero hemos observado casos de habitaciones en estado precarios que requerirá la inversión de miles de dólares para reacomodarlas”, agregó la fuente.
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Ante esta situación, el gremio hotelero hizo un llamado al Gobierno para que apruebe una normativa especial para los establecimientos de alojamiento turístico, que incluya la promoción de medidas fiscales y financieras como la exoneración de cargas fiscales como el Impuesto Sobre la Renta (ISLR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), apoyadas por organizaciones como Consecomercio y Fedecámaras, así como suspensión del cobro de servicios públicos, sobre todo a los establecimientos que reciben a pacientes con coronavirus.
En este sentido, Conseturismo ha elevado la propuesta de crear un fondo especial de recuperación del sistema turístico nacional. Todo esto en el marco de una reactivación progresiva para ofrecer confianza a los futuros visitantes sobre el cumplimiento de normas de bioseguridad como el uso obligatorio de tapabocas, reducción del aforo al 40%, respeto del distanciamiento social, entre otras acciones avaladas por el Ministerio de Salud y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Los hoteleros y el resto de operadores turísticos ya tuvieron este lunes su primer encuentro con Alí Padrón, luego que este asumiera el fin de semana la cartera de turismo en sustitución de Félix Plasencia. En la reunión se planteó la posibilidad de habilitar un salvoconducto turístico que permita que temporadistas puedan trasladarse por corredores específicos con solo presentar la reservación del hotel para facilitar el desplazamiento de las familias.
Sin embargo, la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit), cree que la reactivación de operaciones del turismo para diciembre aún deja varias dudas y preocupación porque es una fecha aún lejana.
Fenahoven remarcó que el último trimestre del año resulta prácticamente nulo para la hotelería en términos de ventas por lo que esperan que las autoridades revisen y adelanten la fecha, dada la crítica situación que viven las empresas que se dedican a esta actividad.