Caracas.- El pago correspondiente a las pensiones del Instituto Venezolano del Seguro Social (Ivss) a la tercera edad se comenzó a cancelar la tarde del viernes, 16 de junio, pese a la información de Aristóbulo Istúriz, vicepresidente sectorial para el Desarrollo Social Territorial del gobierno de Maduro, quien señaló que el mismo se haría a partir del lunes, 22 de junio.
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La pensión apenas alcanza para uno o dos productos en todo el país
Los 400.000 bolívares correspondientes al pago del mes de julio se empezaron a ver reflejados en las cuentas de los jubilados y pensionados desde el viernes. La pensión de junio se pagó en el mes de mayo.
Los pensionados que deseen bolívares en efectivo tendrán que acudir a los cajeros automáticos que la banca habilite para este lunes, 22 de junio, porque no hay un operativo especial de atención para retirar en las agencias debido a la cuarentena, según información confirmada a El Pitazo por varias fuentes relacionadas con la banca nacional.
El monto que cobraron los jubilados y pensionados equivale a 2 dólares, de acuerdo a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) para este viernes, 19 de junio.
El situación para los jubilados cada día es más difícil, porque intentan hacer sus compras y entre la escasez de productos y la hiperinflación, no saben hasta dónde les alcanza la pensión.
Es de recordar, que los jubilados y pensionados que se encuentran fuera del país aunque tienen acceso para ingresar a sus cuentas en línea, no pueden realizar transacción alguna desde fuera, lo que suele ser una trabaja para usar sus 400.000 bolívares.
Según el informe anual de Provea del año 2019, las medidas del gobierno de Nicolás Maduro en materia de seguridad social, produjeron un estancamiento en cuanto a la cobertura y disfrute efectivo del derecho.
En 2019 se otorgaron montos de pensiones que no alcanzaron ni siquiera para cubrir el 10% de la canasta alimentaria. «El último aumento decretado hace algunas semanas equivale a menos de tres dólares. Con tales ingresos millones de pensionados y jubilados son sometidos a criticas condiciones de vida, sumado al caos generalizado de los servicios públicos del país, lo cual acelera en muchos casos el deterioro de la salud y genera permanente angustia», reseña Provea.