Caracas.-En un país donde el salario mínimo equivale a 40 centavos de dólar al día y en el que el poder adquisitivo ha sido pulverizado por una tasa de hiperinflación interanual superior a 1.000.000%, estirar el presupuesto para cubrir las necesidades personales y familiares es todo un desafío.
Aunque el incremento acelerado y constante de precios en Venezuela deja pocas alternativas al consumidor, buscar fuentes de ingreso adicionales, comparar precios y analizar la relación entre lo que cuesta cada producto, su calidad y utilidad, son algunas acciones que podría adelantar para tratar de sobrellevar la pérdida de su capacidad de compra.
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