Caracas.- En una economía como la de Venezuela, en la que los ciudadanos cada vez encuentran una barrera más para acceder a los bienes y servicios es común que se popularicen nuevas fórmulas para generar ingresos en moneda dura y una de las más recientes es el trading.
En redes sociales y aplicaciones de mensajería es común encontrar a alguien que promocione este tipo de actividad. Para muchos es un mito y para otros una realidad. Pero, ¿realmente es una opción para los venezolanos?
Hacer trading es comprar o vender activos financieros en los diferentes mercados existentes a través de una plataforma llamada broker. Estos mercados pueden ser de divisas, conocido como Forex, de acciones, bonos, materias primas donde está el oro, la plata y el petróleo, de criptomonedas y de comodities o índices.
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El analista económico y financiero Rudi Cressa considera que esta modalidad de negocio comenzó a tener auge en el país con el aumento de la cotización del bitcoin desde 2017. «Lo hace tan atractivo la promesa y la posibilidad para la gente que realmente lo estudia de obtener un ingreso en moneda dura en un país donde la hiperinflación ha pulverizado el valor de la moneda nacional”, indicó a El Pitazo.
Señala que muchas academias lo venden como una manera de producir dinero con muy poco esfuerzo desde casa. «Se vende como un estilo de vida, libertad financiera y manera de producir divisas desde la comodidad de tu casa solo con un teléfono o una computadora lo cual no es del todo cierto porque hace falta una base sólida de conocimientos también», dijo Cressa.
Vivir del trading depende de los conocimientos de la persona que se dedique a este negocio y de lograr una rentabilidad, ya que se trata de una actividad que depende mucho de las probabilidades al no saber con certeza cómo van a fluctuar los precios de activos o divisas. Eso va a requerir manejo de riesgo y un capital que lo permita, advierte el analista financiero, quien señala que hacerlo como un estilo de vida requiere de una inversión inicial de 15.000 a 20.000 dólares para obtener un 10% de rendimiento mensual, más de eso implica un riesgo que puede acabar rápidamente con el capital.
«Sí es posible hacer trading en Venezuela y vivir de eso. El nivel de ganancia depende de la cantidad de dinero que se invierta y la experiencia del trader. Es sencillo perder todo el capital si no se poseen las habilidades o capacidades para hacer un análisis del mercado asertivo», dijo por su parte Raúl Carnevali, otro experto consultado por El Pitazo.
Carnevali explica que en otros países es posible invertir en todos los mercados desde el sistema bancario local, mientras que en Venezuela es necesario tener una cuenta en el extranjero o alguna aplicación de pagos para acceder a algunos mercados como el de divisas o materias primas, en tanto que el mercado de criptomonedas permite acceder con bolívares.
La conexión a internet y energía eléctrica son otra limitante en Venezuela, sin embargo es posible dedicarse al trading, remata Raúl Carnevali.
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Jean Carlos Meléndez hace trading desde hace un año. Inició por una publicación que lo condujo a una academia en la que debía pagar una inscripción de 235 dólares y la cantidad de 175 dólares por la mensualidad.
Más allá de algunos conceptos y aplicaciones claves para iniciarse en el negocio, esta academia no le ofreció suficientes herramientas de análisis del mercado, solo le enviaban diariamente los datos para invertir basados en los estudios de otros traders y algunas indicaciones de liderazgo, motivación, iniciación y presentación del negocio.
Con ese sistema pudo recuperar su inversión inicial de 100 dólares, adicional a los costos de la academia, y ganar en unos meses 200 dólares más, pero él quería ir más allá. Se retiró de la academia porque llegó la pandemia y al quedarse sin empleo no podía pagar las mensualidades y comenzó su formación de manera particular, con tutoriales e investigando por cuenta propia. «Ahorita lo estoy haciendo porque quiero aprender y cuando tenga una estrategia rentable dedicarme a eso», expresó.
Este trader asegura que es posible vivir de este negocio pero se requiere dedicación, constancia y mucha paciencia. «Las personas creen que el trading es mentira, que la gente no vive de eso. Yo creo porque he visto personas y he visto resultados, lo que me falta es aprender más sobre las estrategias», declaró.
Uno de los principales riesgos viene dado por las promesas de cursos y academias en las que reciclan mucho material de internet y venden promesas de estilo de vida y resultados que al final no se van a obtener.
Jean Carlos Meléndez también mencionó el caso de los sistemas piramidales. En ese sentido, el analista Ruddi Cressa recordó el caso por el que fueron tendencia los actores Juan Carlos García y Daniel Elbittar, en el que se ganaba dinero por recomendar personas y señaló que hay países en los que estas empresas son investigadas. En Venezuela todavía no ha llegado a ser un problema.
Otro modelo de estafa que menciona Cressa son los llamados fondos de inversión en el que los trader aceptan dinero de terceros mensuales o anuales. «Te dan una rentabilidad alta, piden dinero y hay gente que se emociona con eso, paga, van recibiendo dinero de a poco y luego no se recibe más», dice por su parte Raúl Carnevali sobre esta modalidad.
En este aspecto Cressa recuerda que los fondos de inversión deberían estar regulados por la Superintendencia de Valores (Sunaval) y una normativa que proteja ante este tipo de estafas pero en el país se hace de manera informal.
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