Nicolás Maduro durante un encuentro en Caracas junto al presidente chino, Xi Jinping | Foto: Archivo
Caracas.- A partir de la llegada al poder de Hugo Chávez, el gobierno de China se catapultó como el auxilio financiero de la revolución bolivariana. Un informe elaborado por la ONG Transparencia Venezuela revela que la nación asiática aportó a Venezuela fondos por más de 68.000 millones de dólares, de los cuales 91,2% fueron ejecutados en forma de préstamos, mientras que el resto se trató de inversiones directas y donaciones. La investigación analizó la relación económica y política entre Pekín y Caracas desde 1999 hasta 2019.
De acuerdo con la investigación de Transparencia, los fondos fueron enviados como parte de la estrategia de expansión del gobierno chino, cuyo auge se produjo entre 2000 y 2014, por más de 350 millones de dólares, repartidos en 140 países. En América Latina, Venezuela fue la gran beneficiada al recibir casi 20% del monto total.
Los datos aportados por la organización señalan que desde 1999 se han firmado más de 790 proyectos entre China y Venezuela, de cuyo estatus ha imperado la opacidad de información oficial.
“La ausencia de la institucionalidad en Venezuela ha hecho que el dinero destinado a contribuir con la creación de empresas que generen productos y servicios en el país no llegaran a destino”, afirmó Christi Rangel, coordinadora de la investigación realizada por la la ONG.
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Solo a través del Fondo Conjunto Chino Venezolano y del Fondo Gran Volumen Largo Plazo, el país recibió 50.240 millones de dólares, por los que aún se deben 16.731 millones dólares para finales de 2019 (sin contar lo que se adeuda por otros créditos), una cifra que triplica las reservas internacionales de Venezuela para marzo de 2020 y representa el 57% del presupuesto de la nación.
“El presupuesto de la nación para este 2020 es de poco más de 5.000 millones de dólares y el servicio de la deuda con China para este año es de 3.000 millones. Aun queda mucho dinero pendiente”, recalcó Mercedes de Freitas, directora de Transparencia Venezuela.
Por esta razón, la organización sostiene que el gobierno de Maduro podría quedar en aprietos ante la posibilidad de que Pekín decida exigir el pago de la deuda, pues la mayoría de los préstamos fueron suscritos a cambio de petróleo venezolano, una industria que hoy en día enfrenta una abrupta caída en su producción.
“China siempre ha querido cambiar esos créditos pendientes con petróleo. Es por eso que ha habido una desaceleración en la aprobación de créditos con el gobierno venezolano. Es posible que las autoridades chinas no hayan valorado la responsabilidad compartida en estos acuerdos”, señaló De Freitas.
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En el informe se detallan 15 proyectos fallidos en los que se gastaron al menos 19.600 millones de dólares, entre los que destacan, la construcción de la planta Termocarabobo y el ferrocarril Tinaco-Anaco. “De estar completamente operativas ayudarían a los sistemas eléctrico y de transporte, tan golpeados actualmente en el país”, denuncia Transparencia Venezuela.
Todos estos proyectos, añade el informe, contaron con el aval de la Asamblea Nacional, por aquel entonces bajo el control del chavismo.
De esta manera, las inversiones chinas facilitaron “a los gobiernos de Chávez y Maduro acceso a ingentes recursos que contribuyeron en la desinstitucionalización del país, el financiamiento de programas clientelares, y proyectos con utilidades, especialmente, para el sector castrense; creciente opacidad, corrupción y represión, como pilares de su permanencia en el poder”, alerta Transparencia.
La información oficial suministrada por el gobierno venezolano da cuenta de un total de 790 proyectos entre China y Venezuela desde 1999, la firma de 470 acuerdos y 16 reuniones de la Comisión mixta de alto nivel de ambas naciones entre los años 2001 y 2018.
Además, Pekín ha tenido presencia en el país en 90 empresas y entes públicos para la ejecución de los proyectos en diversas áreas, sin embargo la mayoría se concentraron en el sector de transporte y energía.
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