Caracas.- Desde hace varios años en Venezuela, la escasez de gasolina ha sido un problema permanente, sin embargo, desde el inicio de la cuarentena a causa de la pandemia del COVID-19, hace siete meses, la situación ha empeorado, al punto de que incluso en Caracas, que usualmente era bien abastecida, ha resultado casi imposible llenar.
En Venezuela hay al menos 1.568 estaciones de servicios, la mayoría de ellas son privadas y unas 200 pertenecientes a Pdvsa, no obstante, casi todas están cerradas y en las pocas que abren, se pueden avistar largas colas de carros, a veces de más de un kilómetro.
A esta situación se suman las protestas en el interior del país, donde los ciudadanos han denunciado que luego de permanecer hasta 12 días en cola para repostar, no han logrado su cometido.
El 28 de octubre, Nicolás Maduro aseguró que en el país quedan reservas de combustible para 20 días, pero el gobernante explicó que pese a eso, se ha logrado acumular para extender el tiempo a 30 días.
Maduro reiteró que la situación de la gasolina se debe a los ataques que ha sufrido la industria por parte del Gobierno de los Estados Unidos (EE. UU.), razón por la que ha debido superar diversos obstáculos para mantener la producción. Que según explicó es 30 % más del consumo interno.
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Aunque Venezuela ha sido el país con mayores reservas de crudo del mundo, actualmente el desabastecimiento de combustible se ha ido haciendo habitual en paralelo al deterioro de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Según expertos, la crisis de la gasolina tardará en ser resuelta, aseguran que después de un siglo de ser la nación líder en exportación petrolera, “Los días de Venezuela como un petroestado se acabaron”, dijo a The New York Times, Risa Grais-Targow, analista de Eurasia Group, una consultora de riesgo político.
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