Foto: Referencial
Caracas.- Las reservas internacionales de Venezuela están en su nivel mínimo histórico, asegura el analista financiero José Miguel Farías, quien realizó una reciente investigación y concluyó que para el mes de abril las reservas se ubicaron en 6.432 millones de dólares con una contracción mensual de 586 millones de dólares.
José Miguel Farías es director de Finanzas de Rendivalores Casa de Bolsa, tiene una maestría en Finanzas realizada en el Iesa y es profesor de esta misma institución y de la Universidad Metropolitana. En entrevista con El Pitazo el viernes 8 de mayo, afirmó que en marzo, justo antes de la paralización de la actividad productiva en el país por la llegada del coronavirus, hubo una relativa recuperación de las reservas, cuando el saldo superó los 7.000 millones de dólares.
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«Si no nos vamos tan lejos y nos ubicamos a inicio del año 2016, las reservas se encontraban alrededor de 16.300 millones de dólares, es decir, hemos sufrido una contracción de aproximadamente 60% en los últimos cuatro años, lo cual es bastante severo”, resaltó.
-La situación de contracción de las reservas internacionales se produce en un momento en el cual el Gobierno de Estados Unidos ha estado denunciando que Venezuela envió presuntamente nueve toneladas de oro (el oro también forma parte de las reservas) a Irán como pago de una colaboración al Gobierno de ese país por un grupo de expertos e ingenieros que están en Falcón intentando restablecer el funcionamiento del complejo refinador de Paraguaná.
La insolvencia de la República no es inducida por las sanciones. Creo que las cifras oficiales revelan que el país no tiene capacidad para generar recursos suficientes para cumplir con sus compromisos financieros. Venezuela tiene entre 25.000 millones y 30.000 millones de dólares en bonos vencidos, reservas internacionales que se encuentran en los niveles más bajos de los últimos 30 años y una deuda que, en general y según la Asamblea Nacional, se encuentra en torno a los 130.000 millones de dólares.
-La pandemia del coronavirus consigue al país en una situación muy vulnerable, en medio de un colapso social y severo: estamos en nuestro séptimo año continuo de contracción economía y en vía del tercer año de hiperinflación. Y además, si revisamos la data del Banco Central de Venezuela no tenemos ningún tipo de ahorro en nuestros fondos de estabilización macroeconómica (creado en el gobierno de Hugo Chávez, como un fondo paralelo a las reservas).
Según recuerda José Miguel Farías, el Ejecutivo recientemente intentó pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), institución con la que había roto relaciones en 2005, para buscar oxígeno financiero, pero dada la crisis institucional que sufre el país, el crédito fue negado. «Esto hace que el camino sea mucho más costoso en el manejo de la emergencia que estamos atravesando», afirma el entrevistado.
-Con las reservas internacionales pasa algo muy singular. El actual nivel dice muy poco de la capacidad de aguante que pueda tener el Gobierno. Desde los tiempos de la gestión del difunto expresidente Chávez se montó una estructura de ingresos y egresos para sostener al Gobierno que no necesariamente entran a las finanzas y a las arcas del Estado. Esta estructura paralela se ha expandido de manera exponencial en los últimos años, y se permitió además que se desarrollaran actividades que generaron renta en grupos de poder.
Añade Farías que para este año 2020 “las proyecciones señalaban que Venezuela seguiría en recesión aguda; este sería el séptimo año en recesión. El FMI vaticinó una caída del PIB del 10%; la Cepal; del 14%; y la revista The Economist, del 20%. Pero la pandemia tendrá un impacto muy severo en el comercio. Los precios del principal producto de exportación del país, el petróleo, estuvieron en niveles históricamente bajos, y en general, todos los sectores de la economía sufrirán pérdidas y eso hace que la crisis se exacerbe”.
El analista concluyó que se espera que Venezuela tenga una contracción de dos dígitos, un -20% o un -25%. «Vamos a ser la única economía del mundo en una situación hiperinflacionaria, lo cual impactará en los indicadores sociales. Hay que recordar que más del 50% de la población venezolana depende directamente de un subsidio estatal. Y las cuentas del Gobierno están fuertemente impactadas por esta crisis», puntualizó.
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