Un #12Ago Luis Aparicio fue exaltado al Salón de la Fama

Caracas.- Un 12 de agosto, como el de hoy, pero en 1984, se oficializaba el ingreso del primer y único venezolano hasta la fecha, al Salón de la Fama del béisbol estadounidense: el marabino Luis Aparicio.

Hoy jueves, 12 de agosto, se conmemoran 36 años de esa hazaña que honra al deporte venezolano. Ese día se colocaba la placa que le otorgaba el nombramiento como inmortal entre los grandes del béisbol al venezolano, junto a los otros dos galardonados al premio, Harmon Killebrew y Don Drysdale.

Una anécdota narrada por el comentarista e investigador Luis Verde, en su texto La Historia del Béisbol en el Zulia, cuenta que Aparicio supo de su nombramiento aquel 12 de agosto, mientras rodaba por la carretera Caracas-Maracay.

Fue el más votado entre la Asociación de Cronistas y Escritores de la MLB, que en ese año decidió los nombres que se ubicarían en el llamado Pasillo de los Inmortales. Obtuvo el 84,6% de los 341 votos que se dieron en ese momento. Es decir, fue, sin dudas, el más seleccionado entre los expertos y aficionados.

También, las anécdotas recuerdan que Aparicio, tras agradecer el premio, señaló a los medios que: «era justo entrar por esa vía, no me hubiese gustado haber llegado por el Comité de Veteranos».

Jugó durante 18 temporadas en las Grandes Ligas con los equipos de los Medias Blancas de Chicago, Orioles de Baltimore, Medias Rojas de Boston, debutando un 17 de abril de 1956 con el uniforme de Chicago ante Cleveland.

Ese mismo año se divisaba lo que sería su trayectoria llena de logros y hazañas en el mundo de la Gran Carpa, al ser elegido Novato del Año. De 24 votos en total consiguió 22, para merecer el nombramiento.

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Entre los logros del campocorto, destacan haber ganado nueve veces el Guantes de Oro. Registró los mejores números defensivos en su época, valores que han sido superados sólo por Ozzie Smith y Omar Vizquel.

También fue nueve veces seguidas líder robador de bases, hazaña aún vigente, además de ser titular en doce Juegos de estrellas. Finalmente ganó la Serie Mundial de 1966 con los Orioles de Baltimore y cerró su carrera con los Medias Rojas de Boston.