Barranquilla.- Luego de permanecer seis días a la espera de la entrega de un boleto que lo trasladara de retorno a Estados Unidos, el manager de Caimanes de Barranquilla, el zuliano Lipso Nava, tomó la decisión de comprar el pasaje y salir de Colombia sin tener respuesta de la directiva.
Nava finalizó la temporada de la Liga Colombiana de Béisbol Profesional (Lcbp) sin poder avanzar a la final, luego de perder el sexto juego de la semifinal ante su similar de Gigantes de Barranquilla 2-4 y quedar con un score negativo de la serie de cinco juegos en 1-3.
El incómodo impase entre el técnico venezolano y la gerencia de Caimanes hizo que el jugador expresara públicamente su incomodidad ante el incumplimiento del contrato.
“Tuve que comprar por mi propio pasaje para regresar. Ya no podía seguir en Barranquilla y la directiva no me daba respuesta. Solo pretendían comprarme el boleto el 22 de enero para no pagar penalización por el cambio de fecha”, dijo molesto Nava.
Esta es la entrevista exclusiva a El Pitazo del técnico de los Gigantes de San Francisco en Estados Unidos, quien ofreció detalles sobre su trabajo en la Liga Colombiana de Béisbol Profesional.
—Háblame sobre tu experiencia en el béisbol colombiano
—Mira, fue una experiencia bonita, sobre todo por la oportunidad de venir acá y además de dirigir a uno de los equipos más emblemáticos de la liga colombiana, como lo es Caimanes de Barranquilla, pues es la oportunidad de enseñar y a la misma vez inyectar ese gen competitivo que siempre he tenido, y contribuir de una manera u otra a lo que es el desarrollo de la pelota colombiana.
—¿Cómo has visto el desarrollo de la Liga colombiana?
—Muy bien, aunque para ser autocrítico y comenzar a hacer críticas constructivas, la idea es seguir aportando, seguir desarrollando y de seguir mejorando. Creo que la liga está en un camino ascendente, pero creo que tiene que también revisarse y seguir mejorando en muchos de los aspectos que necesita mejorar.
—¿Cuáles son esos aspectos que necesita mejorar?
—El arbitraje creo que es deficiente, las instalaciones deportivas; hay unos estadios que creo que no están aptos para jugar béisbol. Si ya esta liga forma parte de la Confederación del Caribe, creo que las instalaciones deportivas tienen que mejorar, sobre todo muchos aspectos de logística que no están adaptados a los estándares de lo que son la MLB (Major League Baseball) o la Confederación del Caribe.
—¿Cómo viste esa parte organizativa?
—Hay muchas falencias. Los autobuses para el traslado deben mejorar; eso se le nombró muchísimas veces a la directiva del equipo e hicieron caso omiso. Los peloteros tienen que viajar de una forma más cómoda. Esto que no pasa en otras ligas; los hoteles tienen que mejorar, la dieta tiene que mejorar. Si eres un atleta de alta competencia tu dieta tiene que ser a base de fibras, fruta, de carbohidratos y no debes estar comiendo tantas frituras. Claro, son demasiados puntos que no puedes abarcar en una sola temporada, pero son puntos claves que hay que mejorar.
—¿Cómo te fue como manager de Caimanes Barranquilla?
—Durante la temporada regular fue un equipo totalmente distinto, un equipo que avasallaba a los contrarios y su mayor fuerte eran los lanzadores, el cuerpo abridor y de relevistas; prueba de eso era la mejor efectividad de la liga. Lamentablemente no fue así en los playoff, pero eso es parte de este juego: unas ganan y otras pierden, pero queda el aprendizaje, queda todo lo que es la parte del desarrollo, aprender todo lo que se tenía que aprender y de los errores también aprender.
—¿Cómo has visto tú el aporte de los peloteros de Venezuela en esta liga, en los diferentes equipos?
—Venezuela siempre ha tenido muchos peloteros para suplir, más los ocho equipos en la liga venezolana, y prueba de eso es que muchos de ellos van a las diferentes ligas, como la italiana o la mexicana, entre otras; pero debido a la cercanía geográfica con este bello país, es más fácil suplir de talento a esta liga, colaborando con su desarrollo y vertiginoso crecimiento.
—¿Cómo te trató Barranquilla?
—Maravillosamente bien. De verdad la gente en Barranquilla me hace recordar mucho a mi tierra natal, Maracaibo, que añoro. La gente es muy amable, chistosa, con mucha energía positiva; me abrió las puertas y estoy muy agradecido por las atenciones recibidas.
—El colombiano ¿conoce de béisbol?
—Está conociendo más las estrategias y aceptando la cultura peloteril. Sin embargo, tienen que adaptarse más a lo que es el béisbol, a ser métrico, analítico, que es ahora la nueva tendencia. A no tocar la bola en el primer inning, ni en el segundo inning, pero ya son cosas que tienen que ir evolucionando con el mismo crecimiento de la pelota colombiana. Allí hay varios técnicos colombianos que están en ascenso y es bonito poder cambiar las ideas, hablar de béisbol y crecer de la mano juntos.
— La incorporación de Colombia a la serie del Caribe; ¿cómo ves tú ese punto?
—Es un reto para ellos poder demostrar que no es solamente llegar, sino mantenerse en la misma Confederación; pero tienen muchas cosas que mejorar, no es solamente llegar y hacer bombos y platillos. Esta liga tiene que mejorar y ser más seria a la hora de tener unos equipos. Yo diría que es uno de los tachones y esto lo comenté con muchos coachs colombianos. Se debe tener la credibilidad y lamentablemente no es posible que uno de los equipos salga o deje de funcionar por falta de pago a los mismos jugadores, entonces esas cosas hay que evitarlas para más solidez y obviamente mucha más credibilidad.
—¿Qué ha sido lo bueno de haber participado como manager en un equipo de béisbol de Colombia?
—Mantenerme activo económicamente y seguir creciendo como coach. Todas las ligas tienen sus pro y sus contras; esta liga colombiana tiene muchas cosas positivas y toca aprender de eso y seguir aprendiendo de las cosas negativas”.
—¿Cuáles son los mayores talentos colombianos que viste y puedas decir que en un futuro no muy lejano pueda estar en las Grandes Ligas?
—Me llamó mucho la atención Dilxon Herrera; también Francisco Acuña; creo que puede ser el próximo. Rey Sánchez es un middle infield que tiene las herramientas para hacerlo. Esta liga les puede permitir seguir desarrollándose como peloteros y, por qué no, poder jugar en las diferentes ligas como la de Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y la de México.
—¿Añoras dirigir en Venezuela?
—El tiempo de Dios es perfecto; por algo creo yo que no pude ir a mi país para trabajar allá. Ya tenía concretado algo con Navegantes del Magallanes: José Alguacil sería el manager y yo iba a ser su mano derecha. Siempre me gustan los retos y creo que seguir batallando en una liga tan competitiva y tan expuesta a los medios siempre es un reto. Ya demostré que pude lograr un campeonato; pero no me quiero quedar solamente en recordar; soy hombre para para seguir obteniendo títulos, obteniendo récords y seguir creciendo en mi carrera profesional.
Me gustaría regresar por la puerta grande, estar en mi país y que mis padres, mis familiares nuevamente me vieran allá, darle muchas satisfacciones tanto al pueblo venezolano como a mi tierra, Maracaibo.
—¿Cuáles son tus proyecciones, retos y metas para este 2020?
—Ir al Spring Training de Grandes Ligas nuevamente. Espero reportarme y llegar en plenas condiciones físicas y mentales. Es un trabajo sumamente arduo; no es solamente ser coach, tienes que saber enseñar a jugar la pelota y con los Gigantes de San Francisco me han dado la oportunidad de seguir desarrollándome como técnico. Ya tengo 14 años con la organización y por segundo año voy a la sucursal doble A, que es una liga sumamente competitiva porque de allí suben talentos hacia Grandes Ligas. Una de mis labores es darle ese toque final a nuestros jugadores para que lleguen ready (listos) a la gran carpa.
—¿Cómo ves tú que ha sido el campeonato en Venezuela y cómo se ve afectado el pelotero?
—Es algo sumamente crítico. Muchos dicen que este campeonato en Venezuela debería tener un asterisco, por la no participación de los peloteros de las Grandes Ligas y de las menores. No soy quién para criticar; mucha gente vivimos de este este medio y muchos merecen poder sustentar a su familia, pero sí apartando todos los aspectos políticos.
—Un saludo para Venezuela, para Maracaibo
—La mejor de las bendiciones; que en este año 2020 todo lo que venga sea positivo. En lo económico y lo político, lamentablemente sigo viendo las atrocidades que están pasando. No soy político ni quiero serlo: solamente quiero el bienestar común para todos los paisanos venezolanos, para nuestros familiares. Barranquilla me recuerda lo que era Venezuela hace 30 años, cuando tú podías ir a un supermercado y prácticamente podías pasear en él. Eso es lo que quiero para mi país: una Venezuela próspera, una Venezuela bonita donde podamos todos convivir sin tilde político, pero en un solo color, que es nuestro color tricolor amarillo, azul y rojo: siete estrellas.
—¿Cuál es el mensaje para todos los migrantes venezolanos?
—No importa en qué país estemos; somos gente de bien y los que no vengan a hacer bien que se vayan a otro lado. No es no es justo que por culpa de un de un grupito nos pongan a todos en una misma bolsa, donde nos tildan de ladrones, desordenados y esa no es nuestra cultura venezolana. Ahora se están viendo casos de xenofobia y eso es un signo de ignorancia. Cuando vayamos a otro país tenemos que sacar lo mejor de nosotros, para engrandecer ese país donde estamos viviendo, engrandecer y seguir dejando en alto a nuestra Venezuela“.
