Tokio.- Cancelar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio podría generar una pérdida a Japón de 1,81 billones de yenes —13.560 millones de euros—, según estimaciones hechas por el Instituto de Investigación Nomura.
La entidad advirtió este 25 de mayo que pueden registrarse pérdidas mayores si se declara un nuevo estado de emergencia para hacer frente a un repunte de casos después de la celebración de los Juegos.
“Si se cancelan los Juegos, las pérdidas económicas serán menores que el daño causado por un estado de emergencia”, dijo en la agencia de noticias Kyodo el economista ejecutivo del Instituto de Investigación Nomura, Takahide Kiuchi.
Si la competición deportiva se celebrase sin público, generaría unos beneficios de 1,66 billones de yenes —15.240 millones de euros—, 146.800 millones de yenes —1.350 millones de euros— menos que si se celebra con la presencia de espectadores del país, según las estimaciones del grupo.
Los organizadores informaron que no habrá público del extranjero y esperan tomar una decisión sobre los espectadores nacionales en junio.
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Las zonas más pobladas de Japón, entre ellas Tokio, se encuentran en estado de emergencia por la cuarta ola de COVID-19 en el país asiático, aunque la alerta sanitaria nipona no conlleva confinamientos ni bloqueos estrictos a la actividad comercial, como en otros países.
Según los cálculos de Kiuchi, la primera declaración de emergencia en Japón, en primavera de 2020, ocasionó pérdidas al país de 6,4 billones de yenes —58.760 millones de euros— y la segunda, entre enero y marzo de 2021, de 6,3 billones de yenes —57.840 millones de euros—.
La declaración actual, en vigor desde finales de abril, generará unas pérdidas de 1,9 billones de yenes —17.440 millones de euros—, una cantidad que podría aumentar si el Gobierno decide extenderla más allá del 31 de mayo, como han señalado varios medios locales.
“Estas estimaciones sugieren que una decisión sobre si celebrar los Juegos o no, así como si limitar los espectadores, debe tomarse en función del impacto en el riesgo de infección, no desde el punto de vista de las pérdidas económicas”, expuso Kiuchi, exmiembro de la junta sobre política monetaria del Banco de Japón (BoJ).
Los organizadores de los JJ. OO. y el Gobierno nipón sostienen que es posible celebrar el evento de forma segura, mientras los sondeos señalan que en torno al 80% de los japoneses preferiría que no se celebraran, en gran parte por el temor a que impacten en las infecciones y su sistema sanitario.
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