La pianista Gabriela Montero considera que desde hace 20 años la música está secuestrada en Venezuela | Ronald Peña.
Caracas.- La pianista venezolana Gabriela Montero no se quedó atrás en el aluvión de críticas que ha recibido el concierto del Sistema de Orquestas en su camino por hacerse de un Récord Guinness como la orquesta más grande del mundo, con 12.000 músicos en escena. La artista catalogó el evento celebrado el 13 de noviembre como un ejercicio de manipulación, control y propaganda estatal impulsado por el gobierno de Nicolás Maduro.
En un comunicado, divulgado a través de su cuenta en Twitter este 17 de noviembre, la compositora resaltó que esas tres razones son las únicas por las que el gobierno oficialista, en plena pandemia, podría financiar una «vanidad tan lujosa». Además, sostiene que el otro objetivo era «proporcionar un atractivo y distraer de la realidad».
«La única táctica que les queda es una ofensiva cultural con niños que usan instrumentos y lideran la carga emocional. Sin embargo, cuando las cámaras se apagaron, esos niños estallaron en cánticos de ‘no tenemos pan», sus propias cámaras registraron sus verdaderos sentimientos», escribió Gabriela Montero.
Lo que más lamenta la pianista, reconocida internacionalmente, es que se haya utilizado a los niños para realizar esa «tarea». Además, asegura estar amargada de que 12.000 músicos no se reúnan en protesta, sino a su juicio, en continua servidumbre.
«Algunos padres de El Sistema hablan de la música como sus opciones, sin embargo, se convierten en esclavos de los mismos actores estatales que han disminuido las oportunidades de sus hijos en el mundo real al lamentable nivel de una ‘esperanza’ singular», expresó la panista en la misiva.
Considera que la intención de hacer este concierto no fue establecer un Récord Guinness sino enmascarar las estadísticas de criminalidad, y destaca que situaciones similares se han provechado en otros países como Corea del Norte y Rusia para sacar ventaja de eso. «Es un modus operandi de las dictaduras», agregó.
Por otro lado, criticó el lugar que se escogió para el concierto. Se trata del Patio de Honor de la Academia Militar en Fuerte Tiuna, un lugar en el que afirmó, se toman decisiones arbitrarias, ocurren torturas, detenciones y ejecuciones extrajudiciales. La locación del evento también fue cuestionada por la población e incluso por la abogada defensora de derechos humanos Tamara Sujú.
Gabriela Montero alertó que El Sistema está abandonado y golpeado por la falta de dinero y de escándalos de abusos. Asevera que los músicos son seducidos con promesas de asensos, pero que igualmente son amenazados si se quieren retirar, se quejan o si son desleales.
La pianista cree que durante veinte años la música en Venezuela ha sido secuestrada para transformar la verdad.
El concierto del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela ha recibido críticas y alabanzas por parte de la población en general y personajes públicos de Venezuela. Algo que generó polémica fue el hecho de que presuntamente los músicos solo recibieron pan relleno y agua en las tres comidas durante los tres días que estuvieron en el lugar.
Se hizo viral además un video en el que los músicos se escuchan coreando «no queremos pan«.
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