“Diosito si tienes que llevártelo, yo lo acepto, su familia lo acepta, pero no lo hagas sufrir más”, fueron las peticiones de la modelo y comunicadora venezolana Yerardy Motoya, la noche antes de que su novio, Dave Capella muriera a causa del COVID-19, según lo confesó en una entrevista concedida al periodista Luis Olavarrieta, la noche del miércoles 31 de marzo.
Durante la entrevista, que fue realizada vía live en la plataforma de Instagram, Motoya, relató cómo fueron los últimos días del animador de Venevisión y cómo ella ha hecho para sobrellevar el dolor de su muerte, “estoy relativamente tranquila, tratando de manejar mis emociones, hay días muy bajos, otros medios y hay días donde relativamente estoy bien”, comenzó diciendo Montoya, quien dijo que tuvo que tomar pastillas para poder dormir.
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La modelo asegura que tras la muerte de su novio, ha reforzado su conexión con él y es lo que la mantiene tranquila. “Uno no debe molestarse con Dios cuando se llevan a las personas buenas, yo creo que cuando las personas buenas hacen su aporte en la tierra y cumplen su misión, Dios se los lleva”, explicó conmovida durante la entrevista.
Con respecto a los comentarios malsanos que se generaron en las redes sociales en torno al animador y su enfermedad, dijo que esto le afectó a Capella, quien entre llantos le preguntó qué había hecho para que lo odiaran tanto, “yo solo le dije: Mi amor ni siquiera Dios ha podido ser querido por todos, pero somos más los que te queremos”, dijo a Olavarrieta.
Tras este episodio a Capella le debieron suministrar antidepresivos, según contó su novia. Sobre cómo se contagió, dice no estar segura pero descartó la hipótesis que fue en el canal de televisión y recordó que el lunes de Carnaval ella empezó a sentirse mal y el martes presentó síntomas que asoció a una gripe simple, una semana después su novio había sido diagnosticado con COVID-19, al igual que ella y sus suegros.
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Relató que el estado del joven animador se fue deteriorando al punto que ameritó ser intubado y murió una semana después, sin enterarse que su padre también había fallecido, “a él lo intuban un domingo y su papi murió el lunes, no tenía como saberlo porque estaba dopado”, explicó.
La modelo, quien ahora vive con la mamá de Capella, dijo que ya ella y quien fuera su suegra dieron negativo para COVID-19, al igual que el resto de los familiares que resultaron contagiados, aunque para la madre del animador ha sido muy doloroso supera la muerte de su hijo y de su esposo.
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Finalmente a la pregunta que le hiciera Olavarrieta de si le es fácil perdonar, Montoya recalcó que no tiene nada que perdonarle a nadie, que eso es con Dios, “te conectas con Dios y pides perdón y así te liberas de las cosas malas que haces en la vida, porque todos hemos hecho algo malo, no somos santos», concluyó.
