El médico intensivista, neumonólogo y parte del equipo del Centro Médico Docente La Trinidad también es cantante y compositor en la agrupación musical “El sindicato de la pastilla”, conformada por varios colegas y algunos de sus pacientes. Recientemente compartió con la audiencia la canción “COVID-19”, en la que canta el tratamiento que se les da a los enfermos de coronavirus
Entrevista: César Batiz | Redacción: Catherine Medina
“Cantar es una manera de meditar. Usted canta, y algo ocurre. Deja el aquí y el ahora para abstraerse y pensar en algo superior”. Así piensa sobre la música el doctor José Octavio Isea Dubuc, médico neumonólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela, donde trabaja como profesor.
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La confesión tuvo lugar durante una entrevista concedida a César Batiz, periodista de investigación y director de El Pitazo, con motivo de los acostumbrados Facebook Live para compartir con la audiencia el análisis que realizan los especialistas sobre diferentes temas del acontecer nacional. En esta oportunidad, el turno le tocó al doctor y músico Isea Dubuc.
Compagina su actividad docente con su labor como intensivista y miembro del equipo médico del Centro Docente La Trinidad, donde atiende de primera mano a los pacientes de COVID-19 que llegan a la clínica. Es, además, miembro de El sindicato de la pastilla, agrupación musical con la que acaba de sacar la canción “COVID-19”, en la que reflexiona sobre la gravedad de la enfermedad, canta el tratamiento y recuerda las recomendaciones sanitarias.
El sindicato de la pastilla está conformado por colegas de Isea Dubuc y pacientes que han pasado por su consultorio. La canción “COVID-19” nace de la necesidad de desahogar la frustración del cuerpo médico ante el avance del virus y la pérdida de colegas a causa de la enfermedad.
80% de los contagiados por COVID-19 padecen la enfermedad con síntomas leves, el 15% de los pacientes se complican, y alrededor del 5% fallecen
José Octavio Isea Dubuc, médico neumonólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela
80% de los contagiados padecen de síntomas leves
Como parte de los profesionales de salud en la primera línea de defensa contra el coronavirus, Isea Dubuc se confiesa abrumado por lo impredecible de la enfermedad. “Puede ser benigna, y causar un dolor de cabeza ligero o un poco de tos. Otros pacientes no tienen la misma suerte, y pueden durar semanas en agonía”, explica.
Según el propio Isea Dubuc, en el Centro Médico Docente han tenido al menos 400 pacientes hospitalizados desde que comenzó la cuarentena en Venezuela. Parte de ellos se ha complicado y ha sido trasladada a terapia intensiva, y otros han muerto.
El galeno explica que alrededor del 80% de los contagiados por COVID-19 padecen la enfermedad con síntomas leves, el 15% de los pacientes se complican, y alrededor del 5% fallecen.
Además, el virus que causa el COVID-19 “daña el pulmón a través de los alveolos, impidiendo así la difusión del oxígeno en los órganos, y también causa trombosis”, explica el médico, quien afirma también que el COVID-19 afecta otros órganos del cuerpo.
Relata también que es la primera vez en toda su carrera que atiende de manera simultánea a tantos pacientes con problemas respiratorios graves. “Los respiradores están limitados. Tenemos entre 10 y 12 y hacemos lo que se puede para atender a todos nuestros pacientes”, recalca.
Confiesa que experimenta dolor y frustración cuando un paciente fallece, a pesar de todos los cuidados y tratamientos empleados. “Como médicos, enfrentamos un problema casi existencial. La gente deposita toda su confianza en uno, nos confía la vida de su ser querido. Y cuando la muerte es irremediable, uno siente que defraudó esa confianza”.
Sin embargo, también reconoce que tanto su equipo como él reciben mensajes llenos de bondad y agradecimiento. “Ante esta calamidad, he podido comprobar el nivel de potencial que tenemos como pueblo”, reconoce el médico al ver a anestesiólogos, enfermeros y toda clase de trabajadores de la salud trabajando de manera constante y, a veces, sin esperar nada a cambio. Isea Dubuc afirma que el personal médico se ha abocado a ayudar a gente con o sin recursos, de manera desinteresada. “En una situación tan terrible como esta, esos hechos marcan la diferencia”, afirma.
La cifra no se debe politizar
La audiencia pitacera no perdió la oportunidad de preguntarle al doctor Isea Dubuc algunos datos relacionados con la enfermedad. Sobre la posibilidad de que las cifras reales de contagios por COVID-19 en Venezuela sean mucho mayores a las que admite el Gobierno en su boletín diario, el médico opinó que la data no debe ser politizada.
“Conocer una cifra real es difícil. Es una tarea que les corresponde a los epidemiólogos y no a los intensivistas, como es mi caso. No se debe politizar la cifra porque no tiene sentido, y las víctimas mortales del virus son del gobierno y de la oposición”, explicó.
Los respiradores están limitados. Tenemos entre 10 y 12, y hacemos lo que se puede para atender a todos nuestros pacientes
José Octavio Isea Dubuc, médico neumonólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela
Isea Dubuc recordó, además, que el subregistro ocurre porque a los pacientes asintómáticos no se les hacen pruebas. También afirmó que en los últimos días ha habido una reducción del 50% de los pacientes que acuden a emergencias.
Ante la reducción de pacientes en los recintos de terapia intensiva, el galeno recuerda que el coronavirus no tiene un comportamiento lineal. “Hasta no dar con una vacuna, tendremos coronavirus por largo tiempo”.
Tanto en su canción como en su trato, el doctor Isea Dubuc se muestra optimista. Recuerda que, aún en las condiciones precarias que existen en Venezuela por la deficiencia de los servicios básicos, “sirve el distanciamiento social, no hacer reuniones, lavarse las manos”.
Piensa que “pronto habrá chance de festejarse y abrazar, pero este no es el momento”. Y hasta que no exista una vacuna, habrá que esperar.