Caracas.- La dedicación de una fecha para celebrar la memoria de un futuro santo es una reserva especial que hace el Vaticano, una vez que es declarado beato. No todos han tenido el privilegio en el santoral católico que se ha reservado a José Gregorio Hernández: dedicar su memoria justo el día de su natalicio.
Este 26 de octubre, la iglesia celebra, por primera vez, la memoria del beato José Gregorio Hernández, en recuerdo a que nació en Isnotú, estado Trujillo, en 1864. Los venezolanos celebraron el 30 de abril la ceremonia de beatificación, aprobada por el papa Francisco, oportunidad en la que un grupo de reliquias de primer grado fueron entregadas a los arzobispos y obispos de Venezuela para su veneración en las 40 sedes de arquidiócesis y diócesis del país, en los santuarios dedicados para el culto del laico.
En todas las arquidiócesis y diócesis del país, la reliquia hizo los recorridos por las capitales y sedes episcopales, como víspera de esta fiesta de la venezolanidad que se celebra este 26 de octubre. En la memoria litúrgica y nacimiento, hace 157 años, del beato José Gregorio Hernández, los feligreses pidieron el fin de la pandemia del COVID-19.
Luego de que la Congregación para las Causas de los Santos aprobara en 2020 la intercesión de José Gregorio Hernández en el caso de la curación extraordinaria, inédita e irreversible de Yaxuri Solórzano, el cardenal Baltazar Porras solicitó dedicar la fecha de su nacimiento para la memoria del cuarto beato venezolano, pues las otras fechas que se reservan son el día de su fallecimiento que, en este caso, fue el día de la Fiesta de San Pedro y San Pablo o la de su beatificación, como habitualmente ocurre.
«Estamos en este momento tan complicado del virus del COVID-19 y pedimos a Dios, a través del beato José Gregorio Hernández, el fin de la pandemia», dijo el párroco Gerardo Barrachini en el Santuario de Nuestra Señora de La Candelaria, donde reposan los restos del laico beato.
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