-¿Quién presenta el libro?
-Alonso Moleiro.
-No, que quién lo presenta. Osea, el autor
-¡Ah! Ni idea. Yo solo vine por Teodoro.
Todas las personas que atestaron la librería El Buscón un martes a las 5:00 pm llegaron ahí por Teodoro Petkoff. Van por el nombre de quien en vida fuera guerillero, político, candidato, periodista y Simón Boccanegra. Cuando Petkoff navegó el Atlántico, el nuevo libro de Oscar Hernández Bernalette, lo coloca en una fueva faceta: Teodoro también resultó ser marinero.
Hernández Bernalette, diplomático de profesión, rememora en su libro la humildad de quien fuera su amigo y quien le confesó, en uno de sus tantos encuentros, la odisea que enfrentó al cruzar el océano Atlántico. De esa aventura quedó el diario del navegante, con las anotaciones de un Teodoro íntimo, ya rumbo a los cincuenta años de edad, como un punto en medio del mar.
El autor, que también siente pasión por los veleros y la navegación, explica que la empresa de Petkoff no fue un reto fácil. «Cruzar el océano Atlántico con una embarcación pequeña y en tiempos de tormentas requiere una valentía y una precisión para enfrentarse al mar abierto«. Hernández Bernalette utiliza la hazaña para describir a quien la realizó, al mismo tiempo que afirma que «Teodoro fue un político que quería hacer el bien y no hacerse del bien, una cualidad ausente en la política actual«.
Cuando Petkoff navegó el Atlántico fue impreso en una bovina de papel periódico que perteneció a Tal Cual, y que perdió su utilidad cuando el diario no pudo seguir circulando en su versión impresa y tuvo que adaptarse al formato digital. «Imprimir un libro que relata una osadía de Teodoro, utilizando un papel que forma parte de otra osadía de Teodoro, es una especie de justicia poética que me reconcilia con el oficio de editar libros», afirmó Sergio Dahbar, editor y director de la Editorial Dahbar.
Las palabras del periodista Alonso Moleiro refrescaron algunas de las características de la sociedad que permitió el surgimiento de una figura como la de Teodoro Petkoff: un país con diversidad política, donde existía alternabilidad. «Teodoro encarnaba la pasión humana por enfrentar el peligro, algo quijotesca», afirmó. La decisión de militar en la guerrilla, de fugarse en varias oportunidades y de enfrentar una candidatura sorpresiva son rasgos utilizados por Moleiro para describir a un hombre que desempeñó los papeles que quiso en su vida.
