Caracas.- En Anzoátegui, una arepa voló cuando Yulimar Rojas hizo su primer salto en la final del domingo 1° de agosto. Carlos Carrillo, periodista recién graduado, desayunaba mientras veía desde la tierra natal de la campeona su hazaña olímpica y tuiteó con gracia el accidente doméstico. En casa de Yulimar, mientras tanto, la fiesta era una rumba de alegría entre familiares, amigos y periodistas incluso antes de que ella pegara el primer brinco. Todos sabían que ese día se convertiría en la morena de oro venezolana, pero la dicha rebasó cuando rompió el récord olímpico y el mundial.
Cuatro días antes de que Yulimar nos hiciera madrugar un domingo para llorar de alegría, Julio Mayora nos sacó las primeras lágrimas de felicidad olímpica. El 28 de julio el barrio Santa Eduvigis de Catia La Mar, estado Vargas, se despertó tempranito. Una pantalla gigante transmitió desde las 6:50 a.m. la final de halterofilia masculina en la categoría -73 Kg. Allí estaba el muchacho que entrenaba con latas de leche llenas de piedras y que esa mañanita le dio a Venezuela su primera medalla en Tokyo 2020, una presea de plata que a todos nos valió oro.
Julio, el mes y no el campeón, cerró con dos medallas venezolanas más. “Levantando sus sueños. Mi hijo está levantando sus sueños”, dijo la mañana del 31 de julio a Génesis Carrero, periodista de El Pitazo, un emocionadísimo Hildomar Vallenila desde Las Brisas de El Paraíso. Su hijo, Keydomar Vallenilla, acababa de ganar la medalla de plata en la misma disciplina que Julio Mayora, pero en la categoría -96 kg. Entre los dos levantaron un total de 723 kilogramos, pero todos sentimos ese peso como toneladas de orgullo y alegría.
Cuando todavía era 31 de julio en Venezuela, Daniel Dhers confirmó en la pista de BMX de Tokyo 2020 que es una leyenda en este deporte y que tiene la risa más contagiosa para los venezolanos que siguen las olimpiadas. Su forma de ser transmite sonrisas hasta al más inexpresivo. Sobre su «bici» hace lo impensable para un atleta de su edad, 36 años; todos rezamos a Dios para que no se fuera a caer, pero Daniel es un crack. Sobre el podio mostró el orgullo y los valores de quien decidió representar a su país pese a no vivir en él desde hace 20 años.
Las victorias olímpicas de los nuestros no están solo en quienes ganaron esas medallas ni los diplomas obtenidos, hasta ahora, por Yusleidy Figueroa, Naryury Pérez y Anriquelis Barrios. Están también en el esfuerzo de quienes clasificaron a Tokyo 2020 pese a un sinfín de limitaciones, dificultades y falta de apoyo gubernamental. Están en el esmero, el sacrificio y la disciplina de Ahymara Espinoza, de Andrés Lage, de los hermanos Mestre, de Jeserik Pinto, de Jonathan Vegas, de Rosa Rodríguez, de Orluis Aular, de Julio Iemma, de nuestro equipo de voleibol, de los chamos de remo, de quienes compitieron en esgrima, judo y boxeo.
Ahora, crucemos los dedos para poder contar las victorias de los seis venezolanos que competirán esta semana en Tokio, que desde ya son nuestros campeones.