Vecinos de Malavé Villalba en Guacara tienen más de 21 días sin agua

Valencia.- Habitantes del conjunto residencial Malavé Villalba, en el municipio Guacara del estado Carabobo, denunciaron, el 24 de mayo, que cumplieron más de 21 días sin suministro de agua en la zona.

Con pancartas en mano, los vecinos solicitaron a las autoridades de la empresa Hidrológica del Centro (Hidrocentro) que realicen gestiones para abastecer de manera continua a más de 1.400 familias que viven en Malavé Villalba y que frecuentemente deben buscar opciones para surtir agua.

“Tenemos más de 21 días sin agua en toda la urbanización, tenemos que hacer colas de más de dos horas para poder conseguir agua y después cargarlas hasta nuestras casas”, indicó Jesús Rejón, dirigente de la comunidad.

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La señora Gladys Mendoza, habitante de Malavé Villalba, denunció que a sus 70 años sale a buscar agua con una carrucha, pues es la única opción que tiene para abastecerse frente a las reiteradas fallas en el servicio.

“Monto el bastón sobre la carrucha que me presta el señor de las verduras, si me caigo me levanto, busco mi bidón de agua, hago mi cola de 100, 200 personas, esto es una odisea, si yo hubiese sabido que jubilarme y llegar a los 70 era para esto, hubiese preferido morirme más temprano”, expresó Mendoza.

“Yo pensé que iba a vivir una vejez feliz, esta es la vejez más incómoda del mundo, yo viví la dictadura de Pérez Jiménez y cuando se encontraba a un borrachito, lo dejaban en la puerta de su casa, ahora uno sale con miedo a la policía, a la Guardia Nacional, al malandro. Entonces no podemos salir a buscar agua porque piensan que uno tiene dinero para ir a comprar agua y lo asaltan, o te quitan el teléfono”, dijo el señor Vicente Lira.

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Los vecinos indicaron que los planes de suministro de agua, promovidos desde el gobierno regional, son insuficientes y les generan gastos adicionales.

“El señor vampiro dijo que eso era gratis y eso es embuste, tenemos que pagar, nos pasan los camiones de aquí para allá y nadie nos ayuda, nosotras solo contamos con nuestros esposos y familiares”, denunció la señora María Drovinic de Sánchez.

La señora Ogla Cedeño señaló que: “el agua con la que nos bañamos, la dejamos caer a un tobo y la reciclamos, con eso bajamos las pocetas. Es triste, pero es la realidad”.