Bejuma.- Luego de dos días sin combustible en Bejuma, estado Carabobo, este martes 8 de septiembre llegó gasolina a la estación de servicio Nuevas Delicias, conocida como Shell, a las 11:00 am. Más de 200 vehículos, entre carros y motos, aguardaban a las afueras de la gasolinera para poder llenar sus tanques.
Vecinos del lugar reportaron a El Pitazo que había al menos 100 motorizados esperando surtir y la fila de carros sobrepasaba de igual manera el centenar. “Hoy fue un verdadero caos, esas personas estuvieron desde la madrugada esperando surtir”, dijo una lugareña que observó la jornada desde su casa.
Por su parte, los conductores manifestaron, una vez más, su descontento por la forma en que se viene manejando el tema del combustible.
Un señor que aguardaba desde las cuatro de la mañana explicó que primero había hecho la cola el lunes, pero en la noche llegó el propio alcalde del municipio, Rafael Morales, y les dijo a los presentes que no podían pernoctar y debían regresar al día siguiente, y así lo hicieron.
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“Nos dejaron llenar sin importar el terminal de la placa, tuvieron esa consideración porque hay quienes estaban desde el domingo esperando para surtir, pero nos metieron por delante una cola de carros de médicos y funcionarios de la alcaldía; el proceso fue lento y muy agotador”, dijo el usuario, quien señaló que cumplió 12 horas en cola para poder surtir.
Asimismo, se generaron momentos de tensión entre los motorizados particulares y mototaxistas, pues estos últimos fueron llamados en horas del mediodía para surtir, sin importar que los primeros estaban aguardando desde la madrugada, hecho que consideraron injusto.
Los motorizados manifestaron que por ser transporte público están en el grupo de priorizados y, por tal motivo, los llamaron para surtir. “Igual debimos esperar seis horas, porque al final nos dejaron pasar de manera equitativa para evitar conflictos con quienes ya estaban en cola”, expresó Oswaldo Páez, miembro de la fuerza motorizada.
La jornada culminó a las seis de la tarde y quedaron unos 50 carros por surtir combustible, incluyendo a los médicos que, pese a ser prioridad, no todos lograron pasar.
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