José Luis Trocel, presidente del Frente Unido de Transporte de Aragua, alertó este jueves, 2 de julio, que el sector está pasando hambre porque 95% de las unidades están paralizadas por la cuarentena social obligatoria que rige en esta entidad debido al aumento de casos de COVID-19.
«Entendemos que estamos en una situación de pandemia, no nos vamos a contaminar de COVID-19, pero quizás vamos a morir de hambre«, expresó Trocel en las adyacencias del terminal de pasajeros de Maracay, donde se concentraron este jueves choferes y colectores para exigir su derecho al trabajo.
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Desde que comenzó el aislamiento social solo se ha autorizado a 5% de las rutas urbanas a trabajar. Esto significa que hay más de 700 unidades inoperativas y cerca de 1.500 familias afectadas.
«Muchos conductores tienen más de cuatro meses sin trabajar, y todos son padres de familia. Pedimos al Gobierno que declare al transporte público en emergencia», manifestó el presidente del Frente Unido de Transporte que actuó como vocero del sector en la protesta.
El gremio también solicitó un bono o ayuda especial para los venezolanos que se movilizan en transporte público, porque comprenden que muchas personas ya no pueden pagar ni siquiera un pasaje.
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